Un simulacro de asalto a una comisaría provoca el pánico en Las Palmas

Un simulacro de asalto, sin previo aviso, a la comisaría de policía de la plaza de la Feria, en Las Palmas de Gran Canaria, sembró la alarma en el interior y en los alrededores de la Delegación del Gobierno de dicha capital, cuyo edificio alberga las dependencias policiales. Miembros de la Guardia Civil y de la policía que custodiaban este centro llegaron a montar sus armas para repeler el supuesto atentado, protagonizado el pasado martes por el Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES).Unos 10 miembros del GOES, con base en Las Palmas desde agosto pasado, iniciaron a las 13.30 del martes u...

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Un simulacro de asalto, sin previo aviso, a la comisaría de policía de la plaza de la Feria, en Las Palmas de Gran Canaria, sembró la alarma en el interior y en los alrededores de la Delegación del Gobierno de dicha capital, cuyo edificio alberga las dependencias policiales. Miembros de la Guardia Civil y de la policía que custodiaban este centro llegaron a montar sus armas para repeler el supuesto atentado, protagonizado el pasado martes por el Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES).Unos 10 miembros del GOES, con base en Las Palmas desde agosto pasado, iniciaron a las 13.30 del martes un ejercicio "rutinario" dentro de su plan de preparación, eligiendo como escenario las oficinas de la comisaría de la plaza de la Feria, situada en la trasera de la Delegación del Gobierno. Los miembros de este cuerpo especial irrumpieron por sorpresa en las dependencias. "Se trataba de reducir en pocos segundos a un supuesto grupo armado que se había hecho fuerte en la comisaría", explicó ayer el portavoz policial.

Los primeros sorprendidos por la intervención fueron los agentes de servicio en la comisaría y los números de la Guardia Civil que protegen el edificio. Según el diario local Canarias 7, se produjeron escenas de pánico y desconcierto entre la población civil y los agentes, llegando estos últimos a desenfundar sus armas reglamentarlas y adoptando posiciones de tiro. La alarma se produjo al escucharse una fuerte explosión que procedía del interior de la Delegación del Gobierno, la cual fue seguida de varias detonaciones. Era una hora punta en la ciudad y coincidía con el cambio de turno de los vehículos zeta de la policía.

El portavoz de la Jefatura Superior de Policía calificó lo ocurrido como "un incidente desafortunado". No obstante, reconoció que se había producido -una ligera alarma y cierta confusión" porque una pequeña explosión en la comisaría, que no estaba previsto que fuera percibida en la calle, resultó amplificada por el patio central del edificio.

Según el portavoz, no era necesario advertir a los agentes de servicio en comisaría "porque, como profesionales, tienen que estar preparados para actuar con sangre fría ante una acción de este tipo. No se puede hablar de temeridad al montar el ejercicio".

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