ROLAND GARROS

Arantxa afronta en París su segunda cita con la historia

Arantxa Sánchez Vicario tiene hoy su segunda cita con la historia. A partir de las dos de la tarde (La 2), si la lluvia no lo impide, se enfrentará en la final femenina de Roland Garros a Mónica Seles (Yugoslavia), la número uno mundial. Son las ganadoras de 1989 (Arantxa) y 1990 (Mónica), dos adolescentes que lograron su primer título en París a los 17 años y que ahora buscan el segundo, el de la confirmación Seles es la gran favorita, porque ha derrotado en sus cuatro encuentros previos a arantxa, pero la española está acostumbrada a romper todos los pronósticos en París.

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Arantxa Sánchez Vicario tiene hoy su segunda cita con la historia. A partir de las dos de la tarde (La 2), si la lluvia no lo impide, se enfrentará en la final femenina de Roland Garros a Mónica Seles (Yugoslavia), la número uno mundial. Son las ganadoras de 1989 (Arantxa) y 1990 (Mónica), dos adolescentes que lograron su primer título en París a los 17 años y que ahora buscan el segundo, el de la confirmación Seles es la gran favorita, porque ha derrotado en sus cuatro encuentros previos a arantxa, pero la española está acostumbrada a romper todos los pronósticos en París.

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Después de ganar el jueves a Steffi Graf (Alemania) por un impresionante 6-0 y 6-2, la española desborda optimismo y autoconfianza. Si gana hoy, recibirá 41,3 millones de pesetas. Si pierde, entre el concurso individual y, el de dobles se embolsará una cifra de 23,8 millones.La menor de los Sánchez Vicario conoció ayer la derrota por primera vez en los 14 partidos (incluyendo los dobles) que lleva jugados en París. Fue en las semifinales del doble femenino y mixto. En el primero, junto a Helena Sukova (Checoslovaquia), perdió ante Jana Novotna (Checoslovaquia) y Gigí Fernández (EE UU) por 7-5, 5-7 y 6-4. En el mixto, junto a Jorge Lozano (México), cayó ante Ciril Suk (Checoslovaquia) y Sukova , (Checoslovaquia) por 1-6, 6-2 y 9-7. Arantxa empleó tres horas y 45 minutos en los dos encuentros, lo que puede afectar hoy en su rendimiento en el caso de una final larga.

Mientras, la colonia española iba, aumentando en Roland Garros. Ayer se anunciaba la llegada de Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI); Javier Gómez Navarro, Secretario de Estado para el Deporte; Matilde Fernández, ministra de Asuntos Sociales; y de la Infanta Cristina, que ha asistido a casi todos los partidos de Arantxa. Habrá, por tanto, exceso de autoridades en el palco. Ya se ha organizado una recepción en la embajada española en París, haya triunfo o deirrota, y la única duda residía en saber si Emilio Sánchez Vicarie, iba a acudir a París, como hace dos años, para animar a su hermana desde la grada.

El ambiente es muy distinto al de 1989. Entonces nadie creía que Arantxa iba a ganar a Steffi Graf. Ahora todo el mundo sabe que es capaz de ganar a cualquiera. Pero la euforia no ha alcanzado al entorno de Arantxa. Mónica Seles es una extraordinaria jugadora y la española deberá jugar muy bien para tener opción de ganar. Además, mentalmente Seles es mucho más fuerte.

El optimismo, sin embargo, existe y se basa en el gran momento de forma de Arantxa. Nunca antes había jugado tan bien como en París. Ya no se limita a defender. Ahora presiona a su rival con golpes siempre distintos y entra al ataque siempre que encuentra un hueco. Sus mayores virtudes son la inteligencia, la fuerza mental y sus piernas, capaces de llegar a las bolas más difíciles.

La táctica

La táctica a utilizar ha sido discutida con su entrenador, Eduardo Osta, quizás el más comedido al hablar de las posibilidades de Arantxa: "Va a ser muy difícil. No hay que dejar que Seles ataque la bola pronto con sus golpes ganadores. Hay que romper su esquema, moverla, cambiar el ritmo, que se vea obligada a desplazarse para golpear o liftarle la bola para que tenga peso y le cueste atacar". Osta, que trabaja con Arantxa desde el inicio de 1991, reconoció que se sintió impresionado por la victoria en semifinales ante Graf: "Estaba muy tranquilo. Lo que hizo Arantxa fue de chapeau".

La lucha psicológica será hoy muy importante. En ese terreno, Eduardo Osta no tiene preocupaciones: "Arantxa es muy fuerte mentalmente, muy competitiva. Llega un momento en el que todo el mundo puede llegar a notar la presión psicológica y a ella también le puede pasar. Pero en ese aspecto, es una persona fuera de lo común". Respecto al futuro, suceda lo que suceda hoy, Osta es muy optimista.

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