La lluvia descentró totalmente a Sabatini

El partido entre Mónica Seles y Gabriela Sabatini también estuvo marcado por la lluvia. La interrupción en dos ocasiones del juego perturbó claramente a Gabriela Sabatini. El partido tuvo un inicio muy igualado. La argentina mantenía muy presionada a Seles en el fondo de la pista y cambiaba constantemente sus golpes para desorientar la terrible agresividad de la ganadora de 1990. Sabatini llegó a tener dos ocasiones, en el tercero y quinto juegos, para romper el servicio de su rival, pero Seles se arriesgó al máximo, con golpes de todo o riada., y la apuesta le salió bien.La primera interrupci...

El partido entre Mónica Seles y Gabriela Sabatini también estuvo marcado por la lluvia. La interrupción en dos ocasiones del juego perturbó claramente a Gabriela Sabatini. El partido tuvo un inicio muy igualado. La argentina mantenía muy presionada a Seles en el fondo de la pista y cambiaba constantemente sus golpes para desorientar la terrible agresividad de la ganadora de 1990. Sabatini llegó a tener dos ocasiones, en el tercero y quinto juegos, para romper el servicio de su rival, pero Seles se arriesgó al máximo, con golpes de todo o riada., y la apuesta le salió bien.La primera interrupción por causa de la lluvia llegó con 3-2 para Mónica Seles y sólo duró 14 minutos. La segunda, con 4-4, y una hora y 28 minutos de duración, fue la clave del partido. Seles volvió muy acelerada y Gabriela Sabatini medio dormida.

"Estuve escuchando música en mis walkman, pensando en la final de Roma, que perdí precisamente porque la lluvia me desconcentró", explicó Seles. "Estaba obsesionada con que esta vez no me pasase lo mismo. Ví por televisión la final del año pasado y me fuí motivando mucho", añadió.

Seles se motivó tanto que ganó siete juegos seguidos ante una inoperante Sabatini. La mala suerte para ella fue que Seles no levantó nunca el pie del acelerador y jugó su mejor partido desde el inicio del torneo, lo que le sirvió para ganar por 6-4 y 61.