Ardanza asiste al sepelio y exige a HB que rompa con los terroristas

El lehendakari del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, aseguró ayer que "ha llegado el momento definitivo de que Herri Batasuna se desmarque de este tipo de comportamientos", poco antes de desplazarse a Vic para asistir al funeral por las víctimas del atentado, informa Pedro Gorospe.El lehendakari recordó la fuerte crisis que se abrió en HB tras el atentado perpetrado en Hipercor en 1987. Ardanza señaló que este tipo de actos sólo sirven para sembrar odio en España, y añadió que resulta difícil influir "en el planteamiento que ETA se ha marcado para 1992". El obispo de Vic, Jos...

El lehendakari del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, aseguró ayer que "ha llegado el momento definitivo de que Herri Batasuna se desmarque de este tipo de comportamientos", poco antes de desplazarse a Vic para asistir al funeral por las víctimas del atentado, informa Pedro Gorospe.El lehendakari recordó la fuerte crisis que se abrió en HB tras el atentado perpetrado en Hipercor en 1987. Ardanza señaló que este tipo de actos sólo sirven para sembrar odio en España, y añadió que resulta difícil influir "en el planteamiento que ETA se ha marcado para 1992". El obispo de Vic, Josep Maria Guix, manifestó que la presencia de Ardanza en los funerales significa que "hay un sentimiento de rechazo a la violencia en todos los lugares".

HB, que no condenó el atentado, aseguró en un comunicado que "comparte el dolor de las víctimas y que lo más fácil sería caer en la repulsa". En su opinión, "el Estado no puede eludir la responsabilidad que tiene en esa situación" y esgrime la necesidad de establecer una negociación política para acabar con el terrorismo, informa Aurora Intaxusti.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, destacó el gran arraigo en Cataluña de las víctimas mortales, recordando que todos los fallecidos, salvo uno, serían enterrados en tierra catalana.

La ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, aseguró en el Congreso que la desaparición de las casas cuartel como vivienda habitual de los guardias civiles no evitaría los atentados, contra este cuerpo, porque "esos asesinos buscarían otra forma de matar", informa Pilar Marcos.