Tribuna:

La indefinición como norma

Los inversores continúan esperando acontecimientos, sobre todo a nivel internacional, lo que se ha traducido en una nueva sesión en la que el volumen negociado ha sido un Fiel reflejo de la situación que atraviesa el mercado. De nada están sirviendo las señales que llegan del mercado monetario indicando posibles descensos en los tipos de interés, ya que la mayoría de los participantes en la bolsa le conceden en estos momentos más credibilidad a la evolución del Dow Jones que a la dinámica de la economía española. En ese sentido hay que interpretar la tibia reacción de la bolsa madrileña ante u...

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Los inversores continúan esperando acontecimientos, sobre todo a nivel internacional, lo que se ha traducido en una nueva sesión en la que el volumen negociado ha sido un Fiel reflejo de la situación que atraviesa el mercado. De nada están sirviendo las señales que llegan del mercado monetario indicando posibles descensos en los tipos de interés, ya que la mayoría de los participantes en la bolsa le conceden en estos momentos más credibilidad a la evolución del Dow Jones que a la dinámica de la economía española. En ese sentido hay que interpretar la tibia reacción de la bolsa madrileña ante una nueva apertura alcista de Nueva York, al parecer insuficiente para garantizar estabilidad a corto plazo.El volumen negociado se ha mantenido ligeramente por encima del nivel del día anterior, lo que es un claro exponente de que la situación está entrando en una fase de desgaste de la que es difícil imaginar las consecuencias, aunque poco después de terminar esta jornada Wall Street cobró fuerza en su subida.

Ya al cierre de la sesión, se ejecutó una aplicación sobre algo más de 520.000 acciones del Banco Exterior, para atender a un canje de bonos, siendo esta operación lo único destacable de otra sesión que se va a quedar al margen de la historia del mercado.

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