Tribuna:

La exquisita heterodoxia

Se compra exactamente tanto como se vende y éste es un principio inamovible, pero fácilmente olvidable. El ligero incremento de los cambios producido ayer se explica precisamente porque un momento aparentemente bajista cambia de tendencia a base de un gran volumen de operaciones. Muchos inversores mantienen posiciones compradoras contra pronóstico, y razones diversas les empujan a ello: unos no comprenden el movimiento de precios; otros no lo siguen; un sector bastante amplio mantiene la lógica de no seguir la evolución de los cambios-y cumple una estrategia mucho más inteligente que la de seg...

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Se compra exactamente tanto como se vende y éste es un principio inamovible, pero fácilmente olvidable. El ligero incremento de los cambios producido ayer se explica precisamente porque un momento aparentemente bajista cambia de tendencia a base de un gran volumen de operaciones. Muchos inversores mantienen posiciones compradoras contra pronóstico, y razones diversas les empujan a ello: unos no comprenden el movimiento de precios; otros no lo siguen; un sector bastante amplio mantiene la lógica de no seguir la evolución de los cambios-y cumple una estrategia mucho más inteligente que la de seguirlos sin entenderlos-; y finalmente el grupo más numeroso de compradores contra corriente no establece ninguna diferencia entre adquirir en plena tendencia favorable o adoptar posiciones selectivas en una coyuntura de consolidación como la actual. Estos últimos compran siempre que las cotizaciones estén lo suficientemente bajas -así fue al principio de la semana- y seguidamente compran todavía más -es el caso de ayer- para mejorar el precio medio de sus posiciones ya tomadas. De este modo se cumple una inesperada paradoja: la exquisita heterodoxia se convierte en el lenguaje bursátil de la mayoría.

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