Tribuna:

Una jornada en blanco

Una vez efectuados los posicionamientos personales ante una situación tan confusa como la actual, el mercado ha entrado en una fase de desgaste que, cuando menos, es sospechosa de dar paso a un periodo de incertidumbre creciente. Lo único destacable de esta sesión ha sido la caída que ha sufrido el volumen de contratación, ya que ningún valor consiguió superar el medio millón de títulos negociados. La inmovilidad del mercado no ha afectado, sin embargo, demasiado a las cotizaciones, puesto que la ausencia de papel ha sido una de las variables más importantes de esta sesión. Algunos habituales ...

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Una vez efectuados los posicionamientos personales ante una situación tan confusa como la actual, el mercado ha entrado en una fase de desgaste que, cuando menos, es sospechosa de dar paso a un periodo de incertidumbre creciente. Lo único destacable de esta sesión ha sido la caída que ha sufrido el volumen de contratación, ya que ningún valor consiguió superar el medio millón de títulos negociados. La inmovilidad del mercado no ha afectado, sin embargo, demasiado a las cotizaciones, puesto que la ausencia de papel ha sido una de las variables más importantes de esta sesión. Algunos habituales del parqué insistían en este punto puesto que esperaban comprar algunos títulos en el supuesto de que la oferta hubiera sido generosa con los precios.La orientación a la baja fue constante a lo largo de toda esta jornada, por lo que hay que buscar en la irregular trayectoria de Wall Street una buena parte de responsabilidad en las dudas que padecen los inversores españoles. En tanto no se produzcan recortes reales en los tipos de interés, lo cual apenas hace referencia a los activos controlados por el Tesoro Público, parece que nadie va a decidir una toma de posiciones. Madrid cerró perdiendo 31 centésimas, un dato lo bastante insignificante como para no tomarse en cuenta.

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