España demora la ratificación del tratado de desarme en Europa

El Gobierno ha decidido congelar el proceso de ratificación del tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa (CFE), el primer acuerdo de desarme en el que participa España, al igual que han hecho la mayoría de sus socios de la OTAN, ante las discrepancias con la Unión Soviética en torno a la interpretación del texto, según fuentes gubernamentales. El tratado CFE, firmado el pasado 19 de noviembre en París por el presidente español Felipe González, junto con los restantes 21 jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros de la Alianza Atlántica y del Pacto de Varsovia, supondrá u...

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El Gobierno ha decidido congelar el proceso de ratificación del tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa (CFE), el primer acuerdo de desarme en el que participa España, al igual que han hecho la mayoría de sus socios de la OTAN, ante las discrepancias con la Unión Soviética en torno a la interpretación del texto, según fuentes gubernamentales. El tratado CFE, firmado el pasado 19 de noviembre en París por el presidente español Felipe González, junto con los restantes 21 jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros de la Alianza Atlántica y del Pacto de Varsovia, supondrá una importante reducción del arsenal militar concentrado en Europa durante la guerra fría.El Consejo de Ministros refrendó, el 7 de diciembre último, la firma estampada ad referendum por el presidente español en París, pero hasta la fecha no ha aprobado la remisión del tratado a las Cortes, condición indispensable para su ratificación y entrada en vigor. Las fuentes consultadas indicaron que la demora en la ratificación obedece a razones de "prudencia política" ante la "interpretación unilateral e inaceptable" que ha realizado la URSS del tratado.

Tres divisiones

Las discrepancias con Moscú tienen su origen en la decisión soviética de reasignar tres divisiones de Infantería mecanizada y sus correspondientes carros de combate, casi un millar, a las fuerzas navales, que están excluidas de los límites fijados por el acuerdo. Los miembros de la OTAN acusan también a la URSS de haber trasladado al este de los Urales un elevado número de tanques, con la intención igualrriente de escamotearlos al control del tratado.Los antiguos aliados de Moscú en el Pacto de Varsovia se han alineado con los occidentales en este tema e incluso están más inquietos que ellos por lo que consideran un cambio de actitud en las autoridades soviéticas.

Ante la existencia de estas discrepancias, que son ya de dominio público., las fuentes consultadas estiman que "enviar ahora el tratado a la Cortes para su ratificación sería. arriesgarse a que no obtuviera un apoyo casi unánime, como corresponde a un acuerdo de esta naturaleza".

La mayoría de los socios de la OTAN han seguido la misma actitud de España aunque, según fuentes gubernamentales, no ha existido una decisión común, sino consultas informales en el seno de la Alianza y de la UEO para conocer la posición de cada país. EE UU ha sido, sin embargo, el único país que ha anunciado públicamente que no ratificará el acuerdo hasta que se resuelvan las diferencias con la URSS.

El Ministerio del Portavoz del Gobierno confirmó anoche que España ha decidido no ratificar el tratado "hasta que se aclaren algunos aspectos" e indicó que esta actitud "es compartida por todo los países de la Alianza Atlántica". El portavoz oficial subrayó que "se está dialogando para clarificar" estos aspectos.

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El tratado CFE obliga a las Fuerzas Armadas españolas a reducir de 856 a 794 sus carros de combate y congela su actual número de piezas de artíllería.

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