"Regresar seria fracasar"

Todavía no han abierto las oficinas de Cruz Roja y hay docenas de personas ante la puerta. Una gruesa barrera de varias filas de africanos, europeos del Este y latinoamericanos esperan pacientemente para tramitar sus carnés, consultar o cobrar las 3 1.000 pesetas de ayuda temporal. Con la misma paciencia, dos personas empiezan a atender a todo el que se acerca al mostrador, entre ellos un nutrido grupo de peruanos."Yo me vine por miedo. Trabajaba de enfermera y me amenazaron de muerte si no entregaba medicamentos a los terroristas.

Ya habían secuestrado a varias compañeras, porque en Pe...

Todavía no han abierto las oficinas de Cruz Roja y hay docenas de personas ante la puerta. Una gruesa barrera de varias filas de africanos, europeos del Este y latinoamericanos esperan pacientemente para tramitar sus carnés, consultar o cobrar las 3 1.000 pesetas de ayuda temporal. Con la misma paciencia, dos personas empiezan a atender a todo el que se acerca al mostrador, entre ellos un nutrido grupo de peruanos."Yo me vine por miedo. Trabajaba de enfermera y me amenazaron de muerte si no entregaba medicamentos a los terroristas.

Ya habían secuestrado a varias compañeras, porque en Perú desaparecen a Ia gente", asegura Betty.

"Terrorismo, narcotráfico y miseria están a la orden del día allí", añade Gisela, una joven de 15 años locutora de radio.

Explica que la situación económica es dramática y que además se funciona con dólares, con lo que el dinero no alcanza para nada".

Juan ganaba 5.000 pesetas al mes como cajero. Está casado y tiene cuatro hijos.

Hace dos años se planteó salir de Perú, "pero ir de ilegal a Estados Unidos costaba 5.000 dólares, y de legal era imposible", así que vendió su coche y con el dinero y la ayuda de familiares llegó hace tres meses a Madrid.

Espera encontrar pronto trabajo para sacar de allí a su familia. Está dispuesto a luchar y a trabajar aquí en lo que sea porque la situación en su país "es de hambre". Para Juan, "regresar sería fracasar".