Los obligacionistas de Cartemar requieren por vía notarial al principal accionista

El sindicato de obligacionistas de la sociedad inmobiliaria Cartemar requirió notarialmente el pasado viernes al principal accionista de la inmobiliaria, José Alberto Barreras, para que levante la pignoración que pesa sobre los mejores activos de la empresa y sobre los que, en caso de producirse la suspensión de pagos, tendría preferencia.

El presidente del sindicato de obligacionistas es Rafael Ibáñez, directivo del Banco Banif, entidad controlada por el Banco Hispano Americano. El Banco Banif también se encuentra entre los obligacionistas que ahora reclaman sus derechos. Esta entidad ...

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El sindicato de obligacionistas de la sociedad inmobiliaria Cartemar requirió notarialmente el pasado viernes al principal accionista de la inmobiliaria, José Alberto Barreras, para que levante la pignoración que pesa sobre los mejores activos de la empresa y sobre los que, en caso de producirse la suspensión de pagos, tendría preferencia.

El presidente del sindicato de obligacionistas es Rafael Ibáñez, directivo del Banco Banif, entidad controlada por el Banco Hispano Americano. El Banco Banif también se encuentra entre los obligacionistas que ahora reclaman sus derechos. Esta entidad bancaria, que tiene su origen en una sociedad financiera del mismo nombre, fue la que dirigió la emisiones de obligaciones de Cartemar de 1987, 1988 y 1989 ya que la emisión del pasado año se negó a dirigirla precisamente por las vicisitudes por las que atravesaba el sector inmobiliario.Según fuentes del sindicato de obligacionistas, la situación no es desesperada porque la sociedad tiene los suficientes activos para hacer frente a los 1.100 millones de pesetas de saldo de obligaciones vivas en estos momentos.

Sin embargo piensan que el principal accionista de la empresa, que controla en torno al 40% del capital, y que avaló un crédito de 500 millones de pesetas para el desarrollo del proyecto de construcción de un complejo urbanístico en las Islas Canarias no puede "por su cuenta hacer la jugada de pignorar los mejores activos de la inmobiliaria presumiblemente para ser el primero en cobrar, caso de que al final se suspendan los pagos."

Los obligacionistas, que han visto cómo la empresa no podía hacer frente a sus pagos financieros por la crisis que afecta al sector de la construcción, creen que se puede negociar el levantamiento de la pignoración y que la situación es controlable por la vía de las negociaciones.

Sociedad de cartera

Para ello, el sindicato de obligacionistas ha utilizado el conducto del requerimiento notarial para hacer reflexionar a José Alberto Barreras. Caso que éste no se aviniera a levantar la pignoración, los obligacionistas están dispuestos a llevar el asunto por la vía legal hasta sus últimas consecuencias. Fuentes del sindicato han precisado que el principal accionista pignoró los activos después de la concesión del crédito, lo que les parece aun más irregular.Cartemar inició sus actividades en 1972 como sociedad de cartera. Sin embargo, y ante la crisis bursátil de finales de los setenta y principios de los ochenta, su consejo de administración decidió ampliar su objeto social y empezar a trabajar en el sector inmobiliario.

A partir de 1987, Cartemar comienza a cotizar en este sector y pasa a ser su principal actividad. Inmersa de lleno en el campo inmobiliario, aprovecha el boom de los últimos años de la década de los ochenta. La necesidad de afrontar nuevas inversiones le lleva a poner en el mercado cuatro emisiones de obligaciones sucesivas, tres de las cuales tienen resultados positivos.

La cuarta, que coincide con el parón del sector, es la que ha desencadenado el conflicto, debido a la imposibilidad material de Cartemar de hacer frente a los pagos reclamados por los obligacionistas.

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