Vuelta atrás

El 1,2% que aumentaron los precios en enero truncó de raíz la recuperación iniciada al principio de semana. La inflación dio un nuevo aviso en un mes tradicionalmente alcista. Las expectativas existentes sobre una baja de tipos de interés se vieron abortadas por el rebrote inflacionista. La jornada, que comenzó animada en los corros y en las primeras operaciones del mercado continuo, cambió de signo a mediodia tras hacerse público el dato de enero, especialmente malo en Cataluña, que acumula ya la inflación más alta del país. Los más optimistas se equivocaron. Las previsiones de algunas instit...

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El 1,2% que aumentaron los precios en enero truncó de raíz la recuperación iniciada al principio de semana. La inflación dio un nuevo aviso en un mes tradicionalmente alcista. Las expectativas existentes sobre una baja de tipos de interés se vieron abortadas por el rebrote inflacionista. La jornada, que comenzó animada en los corros y en las primeras operaciones del mercado continuo, cambió de signo a mediodia tras hacerse público el dato de enero, especialmente malo en Cataluña, que acumula ya la inflación más alta del país. Los más optimistas se equivocaron. Las previsiones de algunas instituciones financieras y gabinetes de análisis de que la reducción de tipos no llegaría hasta el ecuador del año cobran nuevamente fuerza con esta nueva subida de precios. Las empresas, sobre todo las medianas, van a tener que seguir ingeniándoselas para reducir sus costes financieros, y algunos bancos de corte clásico seguirán teniéndolo difícil si prosigue el por ahora imparable proceso de desintermediación. Entretanto, en el sector de Bolsa continúa la guerra de bonificaciones entre sociedades por captar clientela. La competencia es feroz y el arancel de ejecución de órdenes, que no se liberalizará hasta 1993, es ya un recuerdo de tiempos pasados.

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