Tribuna:

La crisis de Suez

Las dos grandes bolsas del mundo -Tokio en mayor medida que Wall Street- cerraron una semana eufórica en la que ha destacado la actividad de los cazadores bajistas, síntoma inequívoco, según los analistas, de una recalentamiento general de los valores. La hipótesis es creíble y lo sería mucho más si no fuera porque las depreciaciones de muchos valores en los mercados producidas en los últimos meses no se corresponden mecánicamente con el per medio de la mayoría de los mercados. También es cierto que si se cumple la hipótesis de los vasos comunicantes en los flujos de inversión, las bols...

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Las dos grandes bolsas del mundo -Tokio en mayor medida que Wall Street- cerraron una semana eufórica en la que ha destacado la actividad de los cazadores bajistas, síntoma inequívoco, según los analistas, de una recalentamiento general de los valores. La hipótesis es creíble y lo sería mucho más si no fuera porque las depreciaciones de muchos valores en los mercados producidas en los últimos meses no se corresponden mecánicamente con el per medio de la mayoría de los mercados. También es cierto que si se cumple la hipótesis de los vasos comunicantes en los flujos de inversión, las bolsas han de salir reforzadas de la fragilidad de las operaciones en divisas. En los mercados mas periféricos, entre ellos los españoles, el ciclo se ha invertido momentáneamente y su actividad parece más acompasada con las expectativas bajistas del dólar y la crisis del sistema de pagos que producen los efectos de la guerra en el golfo.Las transferencias militares incrementan, según los expertos, el déficit norteamericano y producen un efecto similar al que causaron la crisis de Suez, durante el gobierno de Nasser en Egipto, y el conflicto prolongado en el sudeste asiático a lo largo de los años sesenta.

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