Tribuna:

El dinero pierde el respeto

Si en la sesión anterior se puso de manifiesto la facilidad de las cotizaciones para flotar en ausencia de tensiones, esta vez las cosas se han disparado, ya que el mercado se ha lanzado abiertamente a la toma de posiciones ante el asombro de analistas y operadores. Sólo la alegría de muchos inversores por el anuncio de regularización fiscal escapa a las perspectivas de los analistas, aunque no parece motivo suficiente para explicar esta subida de la bolsa.El martes se pudo constatar que la presencia de papel apenas duró una hora, lo que ha dejado al dinero en una especie de fuera de juego pos...

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Si en la sesión anterior se puso de manifiesto la facilidad de las cotizaciones para flotar en ausencia de tensiones, esta vez las cosas se han disparado, ya que el mercado se ha lanzado abiertamente a la toma de posiciones ante el asombro de analistas y operadores. Sólo la alegría de muchos inversores por el anuncio de regularización fiscal escapa a las perspectivas de los analistas, aunque no parece motivo suficiente para explicar esta subida de la bolsa.El martes se pudo constatar que la presencia de papel apenas duró una hora, lo que ha dejado al dinero en una especie de fuera de juego posicional que, ante la ausencia de árbitros, se ha aprovechado a favor. El volumen negociado va a superar los 15.000 millones de pesetas, poniendo de manifiesto que el grado de liquidez es alto y que a nadie le amarga el dulce del corto plazo, sobre todo cuando no hay oposición.

Las bolsas europeas también han disfrutado de una situación parecida, muy posiblemente porque, aunque muy lejos de la española, han sido las más castigadas por la fase previa a la guerra del Golfo. Sólo este nivel de precios, y la relativa facilidad con que se está superando el nivel de resistencia del 230%, puede explicar una reacción que tiene mucho de espontánea, por lo inexplicable.

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