Los Giants de Nueva York logran su segundo titulo del Super Bowl

El evento cumbre del deporte norteamericano, el Super Bowl, se celebró sin amenazas terroristas o novedades del frente de guerra. Estos hechos afortunados coincidieron con la final del fútbol americano más apasionante y disputada de las 25 que se han celebrado, un partido cuyo resultado estuvo en duda hasta restar cuatro segundos. El triunfo fue de los New York Giants, que se proclamaron campeones por segunda vez en cinco temporadas al derrotar a los Buffalo Bills por 20-19.

Por primera vez en su historia, el Super Bowl hizo honor a su calificativo como el espectáculo más dramático ...

El evento cumbre del deporte norteamericano, el Super Bowl, se celebró sin amenazas terroristas o novedades del frente de guerra. Estos hechos afortunados coincidieron con la final del fútbol americano más apasionante y disputada de las 25 que se han celebrado, un partido cuyo resultado estuvo en duda hasta restar cuatro segundos. El triunfo fue de los New York Giants, que se proclamaron campeones por segunda vez en cinco temporadas al derrotar a los Buffalo Bills por 20-19.

Por primera vez en su historia, el Super Bowl hizo honor a su calificativo como el espectáculo más dramático del deporte americano. Ambos equipos merecieron ganar. La ventaja cambió de manos en cinco ocasiones, tres de ellas en la segunda mitad. La victoria de los Giants no se aseguró hasta la penúltima jugada y el balón en posesión de los Bills. Estos se alinearon para un field goal (patada) de 37 yardas de distancia, una jugada de tres puntos que bastaría para la victoria. El chutazo de Scott Norwood fue lo suficiente largo, pero desviado a la derecha. Los árbitros necesitaron varios minutos para despejar el campo de fotógrafos y de partidarios eufóricos de los Giants. La última jugada, por parte del equipo de Nueva York, fue sencillamente de rigor."Reconocí hace muchos años que Dios participa en alguno de estos partidos y hoy nos favoreció", declaró Bill Parcells, entrenador de los Giants. "Ambos equipos fueron valientes. Jugamos lo mejor que pudimos. Existe poca diferencia entre los dos equipos. Si jugáramos mañana, seguramente ellos ganarían 20-19. Estoy orgulloso de mis muchachos. Indiscutiblemente, ésta es una de las victorias más grandes de mi vida", añadió.

Tradición

El triunfo de los Giants fue una afirmación para todos los que creen en la tradición y en los esquemas de juego clásicos. Jugaron un fútbol de control de balón, un fútbol donde el objetivo fue agotar a la defensa y minimizar las oportunidades ofensivas del rival. No fue un fútbol aburrido, sino deliberado y arrollador. Los Bills fueron la sensación de esta temporada al desarrollar un ataque sin tregua. Buffalo se alineaba inmediatamente al finalizar una jugada para iniciar la próxima, y con este ataque relámpago sumó 95 puntos en los dos partidos anteriores del play off. El domingo fue todo lo contrario. Sin el balón, fue ron impotentes. Los Giant mantuvieron posesión del balón durante 40 minutos y 33 segundos, un récord de final de Liga y, concretamente, dos tercios de la duración del partido. Con este detalle se resume e encuentro."Dicen que somos predecibles y conservadores, pero yo sé una cosa, que la fuerza bruta triunfa en este deporte. No siempre es lo más bonito, pero sí lo más efectivo", declaró Parcells.

Este triunfo asegura a los Giants el puesto como segundo mejor equipo de la última década después de los cuatro veces campeones San Francisco Giants 49ers, el club al que precisamente derrotaron la semana pasada. En algo se parecen. Ambos son equipos veteranos y a pesar de que la victoria del domingo fue colectiva fue justo que la selección del jugador más valioso recayera en Otis Anderson, de 33 años el corredor más viejo de la Liga. Cargó con el balón en 21 ocasiones y sumó 102 yardas.