Tribuna:

El casino Random Walk

Algunos analistas de las sociedades de valores aseguran que ha llegado el momento de los defensores de la teoría de Random Walk, según la cual los precios en los mercados financieros se comportan como variables aleatorias sin correlación entre sus conductas. Con una oferta de activos tan diversificada es más difícil establecer un criterio sobre la formación de precios que acertar en un casino. El mito de la aldea global para referir la comunicación entre los partícipes del mercado a escala mundial contribuye al pequeño caos que se va llevando por delante los dogmas tradicionales. A la vista de...

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Algunos analistas de las sociedades de valores aseguran que ha llegado el momento de los defensores de la teoría de Random Walk, según la cual los precios en los mercados financieros se comportan como variables aleatorias sin correlación entre sus conductas. Con una oferta de activos tan diversificada es más difícil establecer un criterio sobre la formación de precios que acertar en un casino. El mito de la aldea global para referir la comunicación entre los partícipes del mercado a escala mundial contribuye al pequeño caos que se va llevando por delante los dogmas tradicionales. A la vista de los hechos, el mayor de estos dogmas, la correlación entre el precio del barril de petróleo y el valor de las acciones, también cae empujado quizá por el exceso de velocidad de la información, fiel a la exigencia electrónica de trabajar en tiempo real. En 1850, Julius Reuter utilizaba palomas mensajeras para comunicar el precio de las divisas entre Aquisgrán y Bruselas. Al año siguiente fundó una agencia de noticias en Londres que funcionaba a base del servicio telegráfico y el mismo Rothschild anunció que el mundo entero se había convertido en una ciludad. Un siglo después, las pantallas Reuter determinan las tomas de posición en los mercados.

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