Tribuna:

Módelo Bloomingsdales

Burberry con sus gabardinas, Disney con su Mickey Mouse, el italiano Benetton o el millonario norteamericano Ralph Lauren con sus corbatas anchas modelo Bloomingsdales, representan estilos diversos de una utopía común y realizable como es la de hacerse millonario apoderándose de un estilo. Fue el economista y escritor Thorstein Veblen quien mejor definió la relación entre utilidad y plástica al asegurar que las cosas "parecen bellas y útiles en cierta proporción con lo que cuestan". Es el ejemplo paradigmático de Yves Saint-Laurent, un hombre que en poco tiempo dejó de ser un recluso neurótico...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Burberry con sus gabardinas, Disney con su Mickey Mouse, el italiano Benetton o el millonario norteamericano Ralph Lauren con sus corbatas anchas modelo Bloomingsdales, representan estilos diversos de una utopía común y realizable como es la de hacerse millonario apoderándose de un estilo. Fue el economista y escritor Thorstein Veblen quien mejor definió la relación entre utilidad y plástica al asegurar que las cosas "parecen bellas y útiles en cierta proporción con lo que cuestan". Es el ejemplo paradigmático de Yves Saint-Laurent, un hombre que en poco tiempo dejó de ser un recluso neurótico para convertirse en el diseñador más caro del planeta con el invento Christian Dior; y es también el modelo de simplicidad en el camino del éxito que muchos inversores quisieran emular cuando seleccionan sus compras en acciones de determinadas compañías. Ganar dinero en los mercados de renta variable es la cosa más fácil y a la vez más espinosa que existe. La conducta de una cartera o la justeza de su administración sólo se pueden analizar ex post porque está ya sobradamente desmostrado que las previsiones sirven de muy poco en medio de las numerosísimas contingencias que condicionan las alternativas de compra.

Archivado En