Tribuna:

Vuelve el miedo

El incremento de la tensión en el conflicto del Golfo Pérsico ha tenido una reacción paralela en los mercados de valores que, en esta última sesión, han visto reaparecer el papel con una fuerza que nadie esperaba. La presión ambiental ha empujado a los inversores a dar por perdido el ejercicio, lo que equivale en la práctica a asumir que difícilmente se recuperarán las cuantiosas pérdidas acumuladas.Al margen de la situación internacional está la posible reacción de Wall Street ante la acumulación de indicadores negativos que cada vez más ponen el acento en la existencia de una importante rece...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El incremento de la tensión en el conflicto del Golfo Pérsico ha tenido una reacción paralela en los mercados de valores que, en esta última sesión, han visto reaparecer el papel con una fuerza que nadie esperaba. La presión ambiental ha empujado a los inversores a dar por perdido el ejercicio, lo que equivale en la práctica a asumir que difícilmente se recuperarán las cuantiosas pérdidas acumuladas.Al margen de la situación internacional está la posible reacción de Wall Street ante la acumulación de indicadores negativos que cada vez más ponen el acento en la existencia de una importante recesión económica. Como quiera que la economía española siempre va un poco por detrás, la pregunta que está en el ambiente es la de si también aquí llegará la temida recesión, una vez conseguido el enfriamiento.

La sesión comenzó con un ambiente claramente vendedor que fue ganando fuerza a medida que pasaban los minutos, lo que llevó al índice a perder algo más de cinco puntos cuando sólo faltaba media hora para cerrar el mercado, aunque la ligera reacción final del sector bancario limó casi 80 centésimas a la caída.

El volumen contratado en esta sesión se ha mantenido en un nivel discreto, lo que indica que las instituciones se movieron bastante.

Archivado En