Cartas al director

Animación japonesa

Con relación al escrito de don Miguel Herberg publicado en su diario el pasado 31 de octubre, bajo el título Dibujos de la selva, quiero puntualizar determinados extremos que dicho señor parece desconocer por completo, originando con sus inexactitudes otros daños tan graves o más que los que él pretende evitar con su carta.1. Como director de un estudio especializado en dibujos animados, con más de 30 años de experiencia en este campo, puedo decirle al señor Herberg que concretamente Hanna-Barbera estuvo produciendo en mi estudio de Madrid gran parte de sus series por espacio de ...

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Con relación al escrito de don Miguel Herberg publicado en su diario el pasado 31 de octubre, bajo el título Dibujos de la selva, quiero puntualizar determinados extremos que dicho señor parece desconocer por completo, originando con sus inexactitudes otros daños tan graves o más que los que él pretende evitar con su carta.1. Como director de un estudio especializado en dibujos animados, con más de 30 años de experiencia en este campo, puedo decirle al señor Herberg que concretamente Hanna-Barbera estuvo produciendo en mi estudio de Madrid gran parte de sus series por espacio de casi 10 años (Picapiedra, Oso Yogui, Pitufos, Lucky-Luke, etcétera), con excelente calidad técnica y precios bastante inferiores a los norteamericanos.

2. Que las series que el señor García Mantilla "acusa de japonesas y, por tanto, malas" no sólo son malas -en su gran mayoría-, sino pésimas en todos los sentidos (animación, decorados, personajes), y que los autores europeos están tan escondidos que ni siquiera aparecen, a no ser el "ayudante de producción", los estudios de sonido (por el doblaje), las voces, la música y cosas de este tipo, pero de dibujantes nada, excepto cuando la producción es totalmente japonesa (véanse D'Artacan, David el gnomo y tantas otras series. Basta con leer los créditos).

3. Que es totalmente falso que los americanos o europeos impongan ese horrible estilo japonés a las series allí realizadas. Una cosa son los personajes japoneses de espantosas bocas torcidas y ojos saltones y llorosos, propios de las series totalmente japonesas, y otra muy distinta la realización de una serie con personajes no japoneses (de las que hay abundantes ejemplos), pero moviéndose al estilo japonés, es decir, rígida, automática, desangeladamente. En cualquier caso, auténticos esperpentos todos ellos.

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4. No comprendemos las razones técnicas por las que el señor Herberg asegura que casi todas las productoras de dibujo animado suelen realizar sus trabajos en Japón.

Por lo que a nosotros respecta -por ejemplo-, llevamos 20 años largos trabajando para Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania y actualmente para Cosgrove Hall/Thames de Inglaterra, en series como Víctor y Hugo o Count Duckula (actualmente en antena en TVE- 1), con una calidad infinitamente superior (no es presunción) a cualquiera de los engendros (sobre fútbol, baloncesto o tortugas) con que suelen obsequiarnos, un día sí y otro también, a través de la pequeña pantalla.

5. Por mucho que se empeñe el señor Herberg, aun reconociendo que Cristóbal Colón pueda tener rasgos europeos, no cabe duda de que será desgraciadamente un espantoso Cristóbal Colón moviéndose -es un decir- al estilo japonés, con fondos (decorados, para entendernos) al estilo japonés, con efectos japoneses y, en suma, con ese característico, insufrible y cargante sello japonés que tanto daño está haciendo a la industria del dibujo animado por la tremenda confusión estética que provoca en el

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público infantil.- Director de Alfonso Productions, SA.

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