Tribuna:

Zona de nadie

El mercado de valores sigue sin encontrar un punto en el que apoyar cualquier posible decisión, lo que deja un tanto al azar la trayectoria diaria. Si bien es verdad que en esa trayectoria influye bastante el comportamiento de los inversores del otro lado del Atlántico, cada vez son más numerosos los habituales de la bolsa que encuentran en las letras del Tesoro una especie de Nirvana económico en el que la tranquilidad y las compensaciones están garantizadas. El nivel de actividad del mercado decae día a día, sobre todo con la llegada del fin de semana, sin que el horizonte macroeconómico ofr...

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El mercado de valores sigue sin encontrar un punto en el que apoyar cualquier posible decisión, lo que deja un tanto al azar la trayectoria diaria. Si bien es verdad que en esa trayectoria influye bastante el comportamiento de los inversores del otro lado del Atlántico, cada vez son más numerosos los habituales de la bolsa que encuentran en las letras del Tesoro una especie de Nirvana económico en el que la tranquilidad y las compensaciones están garantizadas. El nivel de actividad del mercado decae día a día, sobre todo con la llegada del fin de semana, sin que el horizonte macroeconómico ofrezca alicientes para plantearse un cambio de comportamiento.Por si el atractivo de las letras no fuera suficiente, las sociedades ofrecen a sus accionistas una serie de alternativas que llegan a una retribución que supera incluso el 15% anual, cifra que se puede superar si se plantea una operación en la que se combine el corto plazo con la reinversión.

Con este entorno, bastante hizo la bolsa con terminar la semana con un avance de 0,44 puntos. La tensión internacional y el temor a una recesión generalizada en las economías desarrollada sitúan estos resultados en un nivel más que aceptable, a pesar de que no sirvan de mucho ante la reanudación de la actividad en la semana próxima.

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