Rosa Novell

"Con Mendoza es la primera vez que trabajo. Pero la experiencia es tan fuerte que existen muchas posibilidades de reincidir", dice la actriz Rosa Novell, que esta noche al frente de su propia compañía, protagoniza en Barcelona Restauració, primera incursión al mundo de las tablas del novelista Eduardo Mendoza. La actriz, de 37 años, tiene fama de musa de la intelectualidad catalana. Sus relaciones con Mendoza datan de tiempo atrás. Varios proyectos habían quedado aparcados hasta ahora, cuando por fin el novelista ha dado con un texto que, según ha declarado, ha escrito pensando siem...

"Con Mendoza es la primera vez que trabajo. Pero la experiencia es tan fuerte que existen muchas posibilidades de reincidir", dice la actriz Rosa Novell, que esta noche al frente de su propia compañía, protagoniza en Barcelona Restauració, primera incursión al mundo de las tablas del novelista Eduardo Mendoza. La actriz, de 37 años, tiene fama de musa de la intelectualidad catalana. Sus relaciones con Mendoza datan de tiempo atrás. Varios proyectos habían quedado aparcados hasta ahora, cuando por fin el novelista ha dado con un texto que, según ha declarado, ha escrito pensando siempre en el risueño rostro de Novell. No menos intensa es la relación que la actriz mantiene con Ariel García Valdés, director del montaje y con quien ya colaboró en la puesta en escena de L'intercanvi, de Manuel Vázquez Montalbán. "Soy una mujer muy fiel a los hombres", confiesa sin ocultar la picardía.

El aría 'La casta diva' de la Norma de Bellini es su fragmento de ópera preferido, aunque, si se decide a emprender el camino de la dirección escénica -"cuando sea mayor y sólo para llegar a ser mejor actriz"-, la obra que elegiría sería Tosca. Acaso porque la protagonista de la ópera es, como ella, una actriz, una díva. Ella, que subió a un escenario a los cuatro años, no niega este extremo. Confiesa, sin embargo, que su divismo no es una actitud voluntaria: "La prueba está en que cuando me metí a montar companía propia me rodeé de los mejores actores que podía imaginar". Y si Floría Tosca es su personaje lírico favorito, la emperatriz Sissi, a la que se ha aproximado en dos montajes -La marquesa Rosalinda y Elsa Schneider- es la figura histórica predilecta: "Me sentí más Sissi con los tirabuzones de Rosalinda, un personaje mucho más próximo a llegar a ser una princesa que Romy Schneider. Interpretar el papel de Schneider, en cambio, me proporcionó la posibilidad de pasearme con tranquilidad por el escenario en ropa interior y con liguero".