Sin palabras

Muy ocurrente el señor García Sánchez pretendiendo acuñar el concepto tetrabrik para cierto tipo de hábitos, lecturas y literaturas. Lo malo es que generalizar demasiado siempre resulta arriesgado -incluso para escritores serios metidos a teóricos de la comunicación- y cuando García trata de ilustrar con ejemplos su ingenioso hallazgo, semántico, patina.Así, cuando al hablar de las revistas de más tirada se encuentra con Muy Interesante y la despacha con un tan despectivo como pedante "sin palabras" se queda efectivamente sin palabras y sin argumentos. Natural. Porque el hecho de...

Muy ocurrente el señor García Sánchez pretendiendo acuñar el concepto tetrabrik para cierto tipo de hábitos, lecturas y literaturas. Lo malo es que generalizar demasiado siempre resulta arriesgado -incluso para escritores serios metidos a teóricos de la comunicación- y cuando García trata de ilustrar con ejemplos su ingenioso hallazgo, semántico, patina.Así, cuando al hablar de las revistas de más tirada se encuentra con Muy Interesante y la despacha con un tan despectivo como pedante "sin palabras" se queda efectivamente sin palabras y sin argumentos. Natural. Porque el hecho de que Muy sea la revista mensual más vendida -y leída- de España hace chirriar todo el planteamiento de su artículo.

Con el simple acto de hojear, e incluso leer, algún ejemplar de Muy, García Sánchez habría podido utilizar el caso de nuestra revista como la excepción que confirma sus oscuros presagios. Pero, claro, ese esfuerzo le habría obligado a hacer un auténtico análisis de la trivialización de los hábitos culturales en la socíedad española.

En las páginas de Muy aparecen y colaboran habitualmente escritores, periodistas y científicos de categoría internacionalmente reconocida. Calificarlos de tetrabrik me parece, cuando menos, extravagante.-

Director de Muy Interesante.