Una sopa de letras

P. M. La Ronda Uruguay del GATT no merecería la leyenda que define a la organización: "algo -que nadie entiende porque todo son siglas y su director las explica en holandés", si no hubiera introducido como nuevos temas dos acrónimos adicionales -los TRIP y los TRIM-. Los TRIP intentan poner orden en la propiedad intelectual y los TRIM en las medidas de apoyo a la inversión. Los primeros intentan evitar la proliferación de los Rolex y los segundos regular las inversiones. A todo esto se suma, con pocas posibilidades de éxito, el intento de llegar a un acuerdo sobre el sector servicios.

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P. M. La Ronda Uruguay del GATT no merecería la leyenda que define a la organización: "algo -que nadie entiende porque todo son siglas y su director las explica en holandés", si no hubiera introducido como nuevos temas dos acrónimos adicionales -los TRIP y los TRIM-. Los TRIP intentan poner orden en la propiedad intelectual y los TRIM en las medidas de apoyo a la inversión. Los primeros intentan evitar la proliferación de los Rolex y los segundos regular las inversiones. A todo esto se suma, con pocas posibilidades de éxito, el intento de llegar a un acuerdo sobre el sector servicios.

Por si todos estos acuerdos resultan sencillos, la Ronda Uruguay prevé un tercer campo de batalla, casi en Marte, de temas institucionales. El objetivo, aquí, es crear un órgano de apelación en el seno del GATT que convierta las conclusiones en vinculantes. En el mundo de las ilusiones queda, quedará por mucho tiempo, la creación de una Organización Multilateral de Comercio (la MTO) que sustituya al GATT, que es sólo un organismo provisional creado en los acuerdos de Bretton Woods.

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