Dispar justicia

Me dirijo a usted para que a través del periódico que dirige llegue mi solidaridad a la viuda de Francisco Carrasco, muerto en accidente por causa de las negligencias de un kamikaze (EL PAÍS, jueves 11 de octubre). Entiendo la frustración que la señora de Francisco Carrasco siente por la sentencia que condenó al supuesto kamikaze. Me pongo en lugar de ella: y la animo para que mire hacia delante; sus hijos serán de gran ayuda para salir de la angustia que se siente al perder al compañero / a. Y digo que me pongo en su lugar porque mi esposa murió hace 16 meses a consecuencia de u...

Me dirijo a usted para que a través del periódico que dirige llegue mi solidaridad a la viuda de Francisco Carrasco, muerto en accidente por causa de las negligencias de un kamikaze (EL PAÍS, jueves 11 de octubre). Entiendo la frustración que la señora de Francisco Carrasco siente por la sentencia que condenó al supuesto kamikaze. Me pongo en lugar de ella: y la animo para que mire hacia delante; sus hijos serán de gran ayuda para salir de la angustia que se siente al perder al compañero / a. Y digo que me pongo en su lugar porque mi esposa murió hace 16 meses a consecuencia de un accidente producido por la imprudencia de otro conductor, que si bien nadie calificó de kamikaze, el conducir durante 8 o 10 horas ininterrumpidamente es una acción propia de dichos personajes. Pero independientemente de los trágicos accidentes que costaron la vida de nuestras parejas, he de felicitarla porque el tribunal que juzgó su caso fue más duro que el tribunal de Fraga (Huesca) que condenó al conductor a una multa de 100.000 pesetas, retirada del carné de conducir durante tres meses y una indemnización de 16 millones (que aún no sabemos cuándo cobraremos) a mis dos hijos, de 10 y dos años, y a mí. Siendo una situación similar, puesto que el único sueldo fijo era el de mi mujer (yo era trabajador autónomo en esas fechas), las sentencias, como puede constatar, son muy diferentes.Confiamos en que algún día la justicia unifique sus criterios.- Pedro Navarrete.