Tribuna:

El bazar de las sorpresas

Cuando parecía que el mercado de valores era incapaz de ofrecer novedades al mundo de la inversión, saltó la sorpresa, y fue precisamente a la hora en que la mayoría de los operadores e inversores abandonan las pantallas para reponer fuerzas. Los 3,5 puntos que subió la bolsa madrileña al término de la sesión parecen quedar a cargo de las instituciones, las únicas capaces de asumir riesgos en momentos como los actuales. Los operadores tuvieron, en general, una reacción acorde con el ambiente que imperaba en el mercado al cierre matinal, esto es, vendieron aprovechando la mejor disponibilidad d...

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Cuando parecía que el mercado de valores era incapaz de ofrecer novedades al mundo de la inversión, saltó la sorpresa, y fue precisamente a la hora en que la mayoría de los operadores e inversores abandonan las pantallas para reponer fuerzas. Los 3,5 puntos que subió la bolsa madrileña al término de la sesión parecen quedar a cargo de las instituciones, las únicas capaces de asumir riesgos en momentos como los actuales. Los operadores tuvieron, en general, una reacción acorde con el ambiente que imperaba en el mercado al cierre matinal, esto es, vendieron aprovechando la mejor disponibilidad del dinero. Con todo, los causantes de este avance no hicieron sino adelantarse al mercado guía -Wall Street- en unos minutos, ya que en el momento del cierre del mercado continuo aquella bolsa ganaba algo más de 25 puntos. Como justificación de fondo está la relativa tranquilidad en que ha entrado el conflicto del Golfo y su repercusión sobre el precio del petróleo. No obstante, la reacción parece un tanto brusca a primera vista, aunque la propia dimensión de estas bolsas podría explicar el fulminante efecto de la presencia de dinero sobre los precios. De momento, han subido con fuerza los valores bancarios, ahora sólo hay que esperar reacciones.

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