Cartas al director

Reflexiones de una víctima

Entre la humillación, el miedo, la rabia y la impotencia de sufrir el cuarto robo en mi domicilio quiero preguntar y apuntar a quienes parece que nos gobiernan (?) algunas reflexiones: que me digan cuáles son mis derechos de ciudadana frente a estas agresiones (mis obligaciones ya las conozco; por ejemplo, pagar impuestos) y no ver mis que desastres a mi alrededor.Después del tercer robo tuve, que seguir un tratamiento psiquiátrico durante dos años, pagado, naturalmente, con mi propio dinero. Sería conveniente que el Gobierno, o quien corresponda, que con tanta generosidad toma medidas para re...

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Entre la humillación, el miedo, la rabia y la impotencia de sufrir el cuarto robo en mi domicilio quiero preguntar y apuntar a quienes parece que nos gobiernan (?) algunas reflexiones: que me digan cuáles son mis derechos de ciudadana frente a estas agresiones (mis obligaciones ya las conozco; por ejemplo, pagar impuestos) y no ver mis que desastres a mi alrededor.Después del tercer robo tuve, que seguir un tratamiento psiquiátrico durante dos años, pagado, naturalmente, con mi propio dinero. Sería conveniente que el Gobierno, o quien corresponda, que con tanta generosidad toma medidas para rehabilitar a drogadictos, pagar salarios sociales, etcétera, pusiera también a disposición de los otros ciudadanos, por ejemplo, a todos los que nos roban, centros gratuitos en los que se nos atendiera todo tipo de traumas y secuelas de tanto atraco, robo, violación, etcétera, para adaptarnos a esta nueva situación de la sociedad española, ya que a la larga sería más rentable para el Gobierno, puesto que, en mi caso concreto, me cuesta cada robo más de una depresión y la consecuente baja en el trabajo.

También pienso que sería conveniente que en los colegios, en la asignatura de sociales, enseñaran a los niños que la propiedad privada ha dejado de existir (menos para algunos privilegiados), porque las pertenencias que se consiguen con tanto esfuerzo y trabajo a lo largo de tantos años, al final son más de los ladrones que nuestras.

P. D.: Rogaría a doña Ana Tutor que me dijera qué medidas de seguridad ha puesto en su casa, para copiarlas, si es que me lo permite mi economía, que lo dudo.-

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