Una muerte lenta

Lo han conseguido. Ya se veía venir. Sólo faltaba el acta final de defunción. Radio 3 pasa a mejor vida. Ha sido una muerte lenta.Poco a poco nos fueron quitando todo aquello que era crítico, comprometido y fresco. Esta emisora no podía resistir los nuevos vientos que parecen correr.

Los prebostes de Radio Comercial de España saben lo que hacen. Saben que Radio 3 para los oyentes de siempre no es una simple emisora de radio. Es, fue, una forma de vida. Y no lo pueden permitir. Tienen que llenar el dial de rap, entrar en cuarentena de principales, anunciar coca-colas, conqu...

Lo han conseguido. Ya se veía venir. Sólo faltaba el acta final de defunción. Radio 3 pasa a mejor vida. Ha sido una muerte lenta.Poco a poco nos fueron quitando todo aquello que era crítico, comprometido y fresco. Esta emisora no podía resistir los nuevos vientos que parecen correr.

Los prebostes de Radio Comercial de España saben lo que hacen. Saben que Radio 3 para los oyentes de siempre no es una simple emisora de radio. Es, fue, una forma de vida. Y no lo pueden permitir. Tienen que llenar el dial de rap, entrar en cuarentena de principales, anunciar coca-colas, conquistar la radio de hoy; vender, en una palabra.

Conseguirán hacer desaparecer de nuestros oídos a nuestra radio de siempre. Pero no conseguirán que desaparezcan de nuestro corazón los entrañables Juan Herrera, Miguel Ángel Coll, Pedro Zapardiel, Carmen Obeda, Chusa Santalla, por citar sólo a los de mi programa favorito.

Ha llegado la hora del relevo. Ya soy un ex oyente de Radio 3. Ahora les toca a los de la. hamburguesa y la moda in, a los que no piensan. A los oyentes de siempre de Radio 3: tirad el transistor a la basura. Es la única protesta que nos queda-