Tribuna:

Un soplo de optimismo

La semana bursátil ha comenzado en el mercado de valores madrileño con buen pie. A pesar de que las circunstancias por las que atraviesa la economía de Occidente no han variado sustancialmente en las últimas horas, el mínimo anual M pasado viernes, la labor de apoyo a un buen puñado de valores por parte de las instituciones y la tendencia alcista de las principales bolsas -a excepción de Tokio- han provocado la discreta aparición del dinero, a la búsqueda de valores atractivos y baratos.El papel, una vez observada la tendencia al alza del mercado, decidió aguantar el envite, confiado en una ma...

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La semana bursátil ha comenzado en el mercado de valores madrileño con buen pie. A pesar de que las circunstancias por las que atraviesa la economía de Occidente no han variado sustancialmente en las últimas horas, el mínimo anual M pasado viernes, la labor de apoyo a un buen puñado de valores por parte de las instituciones y la tendencia alcista de las principales bolsas -a excepción de Tokio- han provocado la discreta aparición del dinero, a la búsqueda de valores atractivos y baratos.El papel, una vez observada la tendencia al alza del mercado, decidió aguantar el envite, confiado en una mayor recuperación de los precios. Su ausencia propició una ganancia superior a los cuatro puntos.

Pese a todo, pocos confían en la consolidación de la tendencia. Las incógnitas continúan y el clima internacional varía con facilidad, llevándose por delante las expectativas de los más confiados.

Nadie quiere quedar atrapado y las 48 horas constituyen el límite que se autoimponen los más audaces. La recuperación, ayer, sólo tomó cuerpo una vez observada la tendencia del mercado neoyorkino.

La bolsa, en suma, continúa siendo sólo un espacio para los más duchos en esquivas y golpes de mano.

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