La policía busca al secretario de organización de HB en Pamplona como miembro del 'comando Amaiur'

Mikel Castillo Furtado, de 23 años, muerto el martes en Pamplona por disparos de la policía, era miembro del comando legal armado de ETA Amaiur, formado a finales del año 1986, al que también pertenecen Bautista Barandalla Iriarte, detenido por efectivos policiales; Alberto Ilundáin Iriarte, que logró huir tras el enfrentamiento inicial, y el secretario de organización de Herri Batasuna en Pamplona, Carlos Pérez Ojuel, que se encuentra en paradero desconocido, según dieron a conocer ayer el delegado del Gobierno en Navarra, Jesús García Villoslada, y el jefe superior de Policía de esta ciudad,...

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Mikel Castillo Furtado, de 23 años, muerto el martes en Pamplona por disparos de la policía, era miembro del comando legal armado de ETA Amaiur, formado a finales del año 1986, al que también pertenecen Bautista Barandalla Iriarte, detenido por efectivos policiales; Alberto Ilundáin Iriarte, que logró huir tras el enfrentamiento inicial, y el secretario de organización de Herri Batasuna en Pamplona, Carlos Pérez Ojuel, que se encuentra en paradero desconocido, según dieron a conocer ayer el delegado del Gobierno en Navarra, Jesús García Villoslada, y el jefe superior de Policía de esta ciudad, Antonio Pascual.

El comando etarra es el responsable, según la confesión de Bautista Barandalla, de la colocación del artefacto explosivo que en la mañana del 17 de octubre de 1987 causó la muerte a la vendedora de periódicos María Cruz Yoldi, en la calle de las Cortes de Navarra, de Pamplona. El artefacto, colocado en unas oficinas de La Unión y el Fénix Español, fue manipulado por la fallecida. El mismo comando es el responsable de los dos únicos atentados que aún permanecían sin aclarar en Navarra, según indicó García Villoslada. Se trata de la bomba colocada el 31 de julio de 1987 en un establecimiento comercial de la firma Roche-Bobois y del atentado contra un concesionario de la firma Michelin, realizado el 18 de abril de 1987.García Villoslada señaló que la labor policial se resume en "la detenpión de unos asesinos de una forma absolutamente correcta, que evitó", indicó el delegado del Gobierno, "la comisión de otro atentado", en una referencia al presunto traficante de drogas contra el que, según ha confesado Barandalla, iban a atentar.

Bala reglamentaria

Antonio Pascual, jefe superior de policía de Pamplona, señaló que la bala que mató a Castillo es totalmente reglamentaria y contiene un revestimiento de plástico que le da mayor efectividad al tener más poder penetrante, según dijo.Antonio Pascual insistió en que las tres pistolas intervenidas al comando estaban cargadas y tenían una bala en la recámara para ser disparada. La pistola de Castillo tenía una bala en la recámara percutida en el culote, lo que indica que apretó el gatillo contra el funcionario policial, aunque la bala no salió.

Respecto a la huida de Carlos Pérez, secretario de organización de HB en Pamplona, dirigentes de esta coalición aseguraron que huyó por miedo a una nueva detención y maltrato en dependencias policiales. Patxi Zabaleta, miembro de la Mesa Nacional de HB, subrayó en conferencia de prensa que la muerte de Castillo pudo y debió ser evitada, y especificó que la desaparición de Pérez no tiene ninguna conexión con sus actividades como empleado en la sede de HB de la calle Nueva de Pamplona.

El cadáver de Mikel Castillo fue enterrado en la tarde de ayer en el cementerio municipal de Burlada, junto a Pamplona. Desde primeras horas de la mañana grupos de piquetes obligaron a cerrar los comercios de la zona antigua de la ciudad y a lo largo de la tarde se produjeron enfrentamientos con la policía.

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Asimismo; cuatro autobuses públicos -tres en San Sebastián y uno en Bilbao- fueron quemados entre la madrugada del martes y el mediodía de ayer por jóvenes radicales que protestaban por la muerte de Mikel Castillo Furtado.

Barricadas en Bilbao

A primeras horas de la mañana, dos de los accesos a la capital vizcaína fueron cortados por el levantamiento de barricadas, mientras grupos radicales cruzaban autobuses en los cascos urbanos de ambas capitales vascas.Por otra parte, la Policía Autonómica Vasca (Ertzaintza) vigilará las obras de construcción, en el tramo guipuzcoano, de la autovía que enlazará Guipúzcoa con Navarra y que discurrirá por municipios en los que está desplazado este cuerpo, informa Aurora Intxausti. Las obras de esta autovía están amenazadas por ETA, que ya ha atentado contra medios de su construcción.

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