El PSOE expulsa por "borracho y bronquista" a un alcalde de Lugo

El PSOE ha expulsado del partido al alcalde de la localidad de Triacastela (Lugo), José Antonio Pérez Díaz, basándose en una serie de irregularidades en sus actuaciones, tanto en el ámbito privado como en el público, segun un comunicado hecho público ayer por esta formación política. El partido socialista ha denunciado al alcalde por su "actitud antisocial y anti socialista", le atobuye un estado permanente de ebriedad y le acusa de provocar broncas en este municipio, situado a unos 50 kilómetros de Lugo y que cuenta con unos 1.500 habitantes.En el informe que dio origen al expediente de expul...

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El PSOE ha expulsado del partido al alcalde de la localidad de Triacastela (Lugo), José Antonio Pérez Díaz, basándose en una serie de irregularidades en sus actuaciones, tanto en el ámbito privado como en el público, segun un comunicado hecho público ayer por esta formación política. El partido socialista ha denunciado al alcalde por su "actitud antisocial y anti socialista", le atobuye un estado permanente de ebriedad y le acusa de provocar broncas en este municipio, situado a unos 50 kilómetros de Lugo y que cuenta con unos 1.500 habitantes.En el informe que dio origen al expediente de expulsión, los socialistas señalan que "el Ayuntamiento no funciona porque José Antonio Pérez nunca está en él, y está borracho desde la mañana a la noche, lo que le lleva a tener broncas y discusiones con los vecinos, metiéndose con los más débiles, viejos y borrachos, propinándoles, a veces, palizas soberanas".

Además, los socialistas le acusan de festejar las victorias del Partido Popular (PP), y dicen que el alcalde hace frecuente ostentación de armas de fuego, llegando a disparar al aire en varias ocasiones.

Según el documento socialista, la última actuación de José Antonio Pérez, que ha provocado el estupor y el malestar entre los vecinos, fue su orden de derribar dos abetos que llevaban más de 30 años plantados en una plaza de la localidad. La empresa que realiza las obras de la traída de aguas se negó a hacerlo, pero el alcalde contrató a otra empresa para que derribara definitivamente los abetos.

Esta actuación ha llevado aun concejal socialista a decir que Triacastela está viviendo "la dictadura más cruda de su historia", y a calificar como fechorías las actuaciones del alcalde.

Los vecinos también han recordado, con motivo del derribo de los abetos, la destrucción, hace unos meses, de un puente medieval por orden del alcalde, que originó una polémica y expedientes entre la Xunta de Galicia y el municipio.

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