Me voy a quedar sin radio

Cuánto me gustaría equivocarme, pero creo que me van a robar mi emisora de radio. Yo aún tengo la peregrina y utópica idea de que un medio de comunicación pertenece en última instancia a sus receptores. Pero eso es un sueño: se vive de pesetas y no de oyentes. La inmensa mayoría de oyentes que escuchamos Radio 3 nos tendremos que hacer a la idea de soportar publicidad, que en el caso de la radio se hace especialmente agresiva. Se acabó la única radio de este, país que trataba al oyente como ciudadano y no como potencial consumidor. Por si fuera poco, la programación será "eminentemente musical...

Cuánto me gustaría equivocarme, pero creo que me van a robar mi emisora de radio. Yo aún tengo la peregrina y utópica idea de que un medio de comunicación pertenece en última instancia a sus receptores. Pero eso es un sueño: se vive de pesetas y no de oyentes. La inmensa mayoría de oyentes que escuchamos Radio 3 nos tendremos que hacer a la idea de soportar publicidad, que en el caso de la radio se hace especialmente agresiva. Se acabó la única radio de este, país que trataba al oyente como ciudadano y no como potencial consumidor. Por si fuera poco, la programación será "eminentemente musical". Esto me suena. Apesta a 40 principales. Pasaremos de la imaginación, sentido del humor sutilísimo e inteligencia radiofónica sorprendente, a la vulgaridad comercial menos creativa. Cuánto me gustaría equivocarme, pero los escasos 400.000 oyentes que escuchamos Radio 3 seremos desposeídos de nuestro oculto paraíso y dejaremos paso a siete u ocho millones de oyentes que oirán la nueva emisora. Hoy hay oyentes que escuchan y piensan. Mañana habrá oyentes que oyen y consumen. Déjenme exagerar: Radio 3 debería ser conservada en el ámbito de los medios de comunicación públicos, como Doñana y Ordesa lo son en el terreno de los espacios naturales. Cuánto me gustaría equivocarme-