Cartas al director

Ellos han vuelto a hacerlo

Quisiera citar un caso más de una situación desgraciadamente frecuente en estos meses de vacaciones.Trabajo en una empresa en la carretera nacional de Burgos, y el lunes de esta semana, los pocos empleados que nos hemos quedado en estas fechas nos entristecimos al encontrarnos con un perro exhausto, lleno de espigas, dando vueltas por nuestro aparcamiento. Cada vez que escuchaba un coche o una puerta, se levantaba, con la esperanza -suponemos- de saber que le venían a buscar sus amos. Porque amos tiene/ ha tenido, ya que está bien cuidado y lleva collar de cuero y collar antiparasitario.
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Quisiera citar un caso más de una situación desgraciadamente frecuente en estos meses de vacaciones.Trabajo en una empresa en la carretera nacional de Burgos, y el lunes de esta semana, los pocos empleados que nos hemos quedado en estas fechas nos entristecimos al encontrarnos con un perro exhausto, lleno de espigas, dando vueltas por nuestro aparcamiento. Cada vez que escuchaba un coche o una puerta, se levantaba, con la esperanza -suponemos- de saber que le venían a buscar sus amos. Porque amos tiene/ ha tenido, ya que está bien cuidado y lleva collar de cuero y collar antiparasitario.

¿Se imaginan ustedes cuánta pena tiene que sentir el animalito, que ha pasado dos días sin beber ni comer, a pesar de las temperaturas elevadas que estamos padeciendo y de su indudable caminata? ¿Pueden hacerse una idea de unos ojos tristes, que miran con toda la confianza traicionada de un ser que daría su vida por el hombre? Si quieren hacerse mejor idea, les diré que tiene un parecido asombroso con el entrañable Pipín que tanto nos gustó hace unos meses en las pantallas. de toda España. Los perros no lloran con lágrimas, pero expresan su tristeza de forma tan palpable que a los que somos amantes de los animales nos hacen llorar de pena, de rabia y de impotencia.

Ojalá me equivoque, pero mucho me temo que este Pipín no hiciera su maleta ni se marchara libremente de su casa porque no le hacían caso, sino que, sencillamente, un mal día, sus dueños decidieron que perro y vacaciones no eran compatibles, y el "él no lo haría" se haya cumplido una vez más-

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