Tribuna:

A salto de mata

Las bolsas han entrado en una fase de calma relativa ante la ausencia de novedades en el conflicto del golfo Pérsico lo que, en ocasiones, ha sido aprovechado para retocar algunas cotizaciones y darle al mercado un tono más optimista. El gran ausente de esta situación es el dinero, sobre todo en las bolsas españolas, que pueden acercarse demasiado a las zonas de mínimos en lo referente al negocio.La apertura de esta semana se hizo bajo signo vendedor, aunque es muy poco el papel que aún sigue acudiendo al mercado para transformarse en dinero. La réplica a ese papel ha estado en bastantes ocasi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las bolsas han entrado en una fase de calma relativa ante la ausencia de novedades en el conflicto del golfo Pérsico lo que, en ocasiones, ha sido aprovechado para retocar algunas cotizaciones y darle al mercado un tono más optimista. El gran ausente de esta situación es el dinero, sobre todo en las bolsas españolas, que pueden acercarse demasiado a las zonas de mínimos en lo referente al negocio.La apertura de esta semana se hizo bajo signo vendedor, aunque es muy poco el papel que aún sigue acudiendo al mercado para transformarse en dinero. La réplica a ese papel ha estado en bastantes ocasiones en manos de unos compradores que ponen un precio dificil a su presencia en el mercado, forzando unas bajas a las que analistas y operadores no encuentran justificación.

La apertura de Wall Street favoreció la acción de los cuidadores, aunque enseguida pudo comprobarse que cualquier acción que se emprenda con esta situación de fondo puede resultar precipitada. Cuando había transcurrido una hora de la apertura del mercado, en Nueva York pesaba la presencia de papel, aunque en esos momentos nadie tenía interés alguno por interferir en el desarrollo de los acontecimientos y el cierre de Madrid resultó algo menos negativo que el de mediodía.

Archivado En