PROCESO DE CONCENTRACIÓN FINANCIERA

La unión de opciones opuestas

La fusión permite complementar dos estrategias financieras diversas

La caja resultante de la fusión reforzará su orientación a la financiación de la economía real respecto a la tendencia de la mayor de ambas cajas, la de Pensiones, más escorada hacia la pura economía financiera. Eso al menos se desprende del análisis de los balances de las cajas originarias y del de la caja resultanté, sin prejuzgar las opciones estratégicas que la nueva supercaixa vaya adoptando en el futuro.

De las partidas del activo -que indica en qué se emplean los recursos captados-, las más significativas para calibrar la orientación de una entidad hacia la economía real, más que...

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La caja resultante de la fusión reforzará su orientación a la financiación de la economía real respecto a la tendencia de la mayor de ambas cajas, la de Pensiones, más escorada hacia la pura economía financiera. Eso al menos se desprende del análisis de los balances de las cajas originarias y del de la caja resultanté, sin prejuzgar las opciones estratégicas que la nueva supercaixa vaya adoptando en el futuro.

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De las partidas del activo -que indica en qué se emplean los recursos captados-, las más significativas para calibrar la orientación de una entidad hacia la economía real, más que hacia los mercados monetarios, son las correspondientes a las inversiones crediticias y la cartera de valores.Tomando como base los balances de fusión aprobados por las asambleas el 30 de noviembre pasado- y cerrados a 29 de noviembre, estas dos partidas totalizan en el balance de la Caixa de Barcelona la cantidad de 798.605 millones, es decir, exactamente el 60% del balance total (1.331.316 millones). Simplificando, de cada 100 pesetas depositadas por los clientes de la entidad, 60 estaban empleadas en distintos tipos de créditos concedidos a los clientes, públicos o privados, y en valores mobiliarios (acciones y obligaciones, sobre todo).

En el balance de la Caja de Pensiones ambas partidas ascendían en igual fecha a 1,66 billones de pesetas, lo que suponía un 47,5% del activo total (3,49 billones); o sea, de cada 100 pesetas, sólo 47,5 se habían canalizado hacia la inversión crediticia directa o en valores.

Así, desde este punto de vista, Caixa de Barcelona está más comprometida con la economía real, pero al mismo tiempo tiene contraído un mayor riesgo, porque la seguridad en el reembolso de los activos credItIcios es siempre menor que en la recuperación de los recursos destinados a intervenir en los mercados monetarios. Su gestión se podría calificar a grandes rasgos de más innovadora, pero menos segura.

Inversamente, la Caja de Pensiones tiene menores riesgos, precisamente porque actúa proporcionalmente más que su socio en el mercado monetario y menos en la financiación directa de la economía real. Su gestión, a grandes trazos, sería más conservadora, pero de mayor solidez.

En el informe de fusión se alude con otras expresiones a estas mismas realidades cuando se habla de la "complementariedad" de las dos cajas, subrayando así el distinto "énfásis relativo que ambas entidades han dado a cada negocio bancario". Mientras la Caja de Pensiones "ha enfocado sus esfuerzos en la captación de pasivo", Caixa de Barcelona "ha desarrollado en los últimos años una estrategia orientada firmemente al crecimiento en las operaciones crediticias, principalmente entre la pequeña y mediana empresa, pero también con incursiones selectivas en operaciones de mayor envergadura".

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