Cartas al director

El señor Samaranch cumple 70 años

Las virtudes y la calidad personal y política del señor Samaranch son bien conocidas. Sus cargos de representación internacional, también. Pero a veces se olvida su condición de presidente de la Caixa de Pensions. Pronto, según el protocolo de fusión, lo será de la Supercaixa. El Gobierno, el señor Solchaga, parece que le va a regalar al señor Samaranch un poder omnímodo el próximo día 20 de julio.No sé bien si es el propio Gobierno o el Banco de España el que tenga que recordarle al señor Samaranch que es norma básica de la legislación del Estado la previsión del artículo 15 de la LORC...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las virtudes y la calidad personal y política del señor Samaranch son bien conocidas. Sus cargos de representación internacional, también. Pero a veces se olvida su condición de presidente de la Caixa de Pensions. Pronto, según el protocolo de fusión, lo será de la Supercaixa. El Gobierno, el señor Solchaga, parece que le va a regalar al señor Samaranch un poder omnímodo el próximo día 20 de julio.No sé bien si es el propio Gobierno o el Banco de España el que tenga que recordarle al señor Samaranch que es norma básica de la legislación del Estado la previsión del artículo 15 de la LORCA, según la cual no se puede seguir como consejero de administración de una Caja de Ahorros cuando se alcanza la edad de 70 años. El Tribunal Constitucional lo ha fallado así en su sentencia 49/1988, de 22 de marzo, publicada en el BOE del 13 de abril del mismo año.

Es de esperar que el domicilio habitual de Lausanne del señor Samaranch como presidente del COI no sea invocado como excusa para no cumplir con una ley española. Aunque en el proyecto de estatutos de la Supercaixa el señor Sarnaranch quisiera "prorrogar" sus servicios hasta los 75 años, le hago una invitación amistosa a que descanse de tanto pluriempleo y presente su dimisión como presidente de la Supercaixa. Eso sí: le ha cabido el honor de presidir su gestación y su alumbramiento. Ahora le queda un último servicio: proponer el nombre de un presidente que inicie el proceso democrático de renovación de órganos de gobierno y que haga crecer una nueva entidad sana y próspera, que sirva al país. Y que sea capaz de exigir responsabilidades por la gestión de los equipos directivos de las dos cajas, cuya vida está a punto de extinguirse. Ambos objetivos son alcanzables, si se quiere.

Es algo que usted no supo, o no pudo hacer. ¡Por causa del pluriempleo, claro está! Descanse usted ahora; felicitémonos por sus esfuerzos a favor de la olimpiada del 92. Y Dios guarde su vida muchos años. ¡Felicidades, señor Sarnaranch!-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

. Representante sindical de UGT, Caixa de Pensions. .

Archivado En