La magia por chistera

Más de cien ilusionistas comparten sus experiencias en la calle de Fuencarral

Las manos, un foco de luz y una pantalla es lo único que necesita el mago argentino Zergio para sus sombras chinescas. Con sus trucos y los de los otros magos -Anthony Blake, Adolfo Dresan y Carlos Lamas-, el público que acudió al auditorio Plata y Castañar, en Villaverde Alto, pudo olvidar los innumerables fallos de luz y sonido que se produjeron durante toda la noche. Madrid se está convirtiendo en parada obligatoria para todos los artistas del ilusionismo que de forma itinerante recorren un circuito de bares que ofrecen espectáculos de magia.

La nota fuerte de la noche del pasado lun...

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Las manos, un foco de luz y una pantalla es lo único que necesita el mago argentino Zergio para sus sombras chinescas. Con sus trucos y los de los otros magos -Anthony Blake, Adolfo Dresan y Carlos Lamas-, el público que acudió al auditorio Plata y Castañar, en Villaverde Alto, pudo olvidar los innumerables fallos de luz y sonido que se produjeron durante toda la noche. Madrid se está convirtiendo en parada obligatoria para todos los artistas del ilusionismo que de forma itinerante recorren un circuito de bares que ofrecen espectáculos de magia.

La nota fuerte de la noche del pasado lunes la puso el argentino Zergio, un hombre menudo y sencillo. Con 10 dedos proyectó: un diablo, un gato, un loro, un viejo, un elefante, un ciervo, un lobo, una araña, un conejo y hasta un cura dando un sermón. No sólo con las manos sacaba figuras; con ayuda de su cabeza aparecieron en la pantalla un cisne, un sapo, un juez y dos monos enamorados.Son sombras chinescas, las raíces del cine. Anthony Blake es un asturiano afincado en Madrid; su especialidad es el mentalismo, un juego telepático.

Lamas y Dresan son magos de escena; lo suyo son los pañuelos de colores, las palomas, los conejos y los bastones voladores. El público de Villaverde supo apreciar el trabajo de los magos y olvidar la falta de coordinación entre los técnicos de luz y sonido.

La cita de los lunes

Todos los lunes se reúnen en el número 77 de la calle de Fuencarral, a las ocho de la tarde, más de 100 magos profesionales y aficionados. Comparten trucos, anécdotas y experíencias. Los magos tienen una actitud corporativa y se consideran miembros de una peculiar familia que tiene su propia Escuela Mágica en Madrid.Juan Tamarit ha conseguido restaurar la imagen de lujo decadente que se tenía de los magos, con su peculiar estilo desharrapado, sus melenas desaliñadas y sus trucos mezclados con un humor que por sí mismo ya crea espectáculo.

Para Tamarit, "la magia está en un gran momento, y no sólo en España; en Inglaterra existen tres programas televisivos de gran audiencia dedicados enexclusiva al ilusionismo". En bares de Madrid como Vaivén, Café del Foro, Galileo, Café del Mercado, Página 34 hay frecuentes espectáculos de magia, y el bar Croché, en El Escorial, lleva 10 años presentando magia cada viernes. Según Tamarit, la magia, hasta hace unos años, era un espectáculo para niños; pero ahora gusta a todos, es para el niño que llevamos dentro y por eso gusta a todos". El próximo día 22 actuarán, continuando con el Festival de Magia de la Villa de Madrid, José Carrol y José Domínguez en el auditorio Parque de Aluche, de La Latina.

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Y después del festival, Madrid seguirá siendo considerado como uno de los principales centros de magia y en especial de trucos de cartas del mundo.

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