El ajuste de la fusión

Continúa la marcha de directivos del BBV procedentes del antiguo Banco de Vizcaya

Desde que se anunció la fusión de los bancos Bilbao y Vizcaya, cerca de un centenar de directivos de distinto nivel han salido de la entidad resultante, el BBV. Tras la muerte de Pedro Toledo, copresidente del BBV, el pasado mes de diciembre, se ha intensificado la marcha de personal proveniente del antiguo Banco de Vizcaya. Ensamblar las distintas culturas de las dos entidades fusionadas está dejando en el camino una larga lista de directivos que buscan nuevas oportunidades de promoción. La inmensa mayoría de las últimas salidas del BBV proceden de los equipos que formó el fallecido copreside...

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Desde que se anunció la fusión de los bancos Bilbao y Vizcaya, cerca de un centenar de directivos de distinto nivel han salido de la entidad resultante, el BBV. Tras la muerte de Pedro Toledo, copresidente del BBV, el pasado mes de diciembre, se ha intensificado la marcha de personal proveniente del antiguo Banco de Vizcaya. Ensamblar las distintas culturas de las dos entidades fusionadas está dejando en el camino una larga lista de directivos que buscan nuevas oportunidades de promoción. La inmensa mayoría de las últimas salidas del BBV proceden de los equipos que formó el fallecido copresidente.

Vidal Martín y Cosme Salcedo, contratados hace unos días por el presidente del Banco de Madrid, José Manuel Zugaza, procedente como ellos del antiguo Banco de Vizcaya, son los dos últimos directivos que engrosan una larga lista de personal cualificado que ha decidido dejar el primer banco español. Ambos ejecutivos serán subdirectores generales en la segunda marca bancaria de Banesto y trabajarán bajo las órdenes directas de Zugaza.Desde que se anunció la fusión entre el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, cerca de 100 directivos de distinto nivel han salido del BBV. La inmensa mayoría de ellos pertenecía al antiguo Vizcaya. Cada vez que se produce la salida de un directivo de la entidad que preside Emilio Ybarra arrastra al menos a dos o tres colaboradores directos. Y aunque no es previsible una aceleración en el ritmo de fugas, es de suponer que continuará produciéndose un lento, pero persistente, goteo de ejecutivos que no ven colmadas sus aspiraciones en la entidad resultante de la fusión.

Choque de culturas

Fusionar dos bancos es fusionar también sus culturas, y digerir eso -según los expertos en management- es, como mínimo, una labor de 10 años.Junto al choque de culturas de esas dos entidades que, por lo demás, han rivalizado en un mismo mercado a lo largo de toda su existencia, hay que sumar otro factor distorsionante: la duplicidad y el solapamiento de responsabilidades que se produce como consecuencia de la conjunción de dos estructuras orgánicas prácticamente iguales.

Tras el primer gran desembarco protagonizado pocas fechas después de producirse la fusión, se vivió un período de tranquilidad, roto tras la muerte de Pedro Toledo Toledo en diciembre de 1989. Así, recientemente se ha incorporado al Banco Exterior Marcial Portela, antiguo responsable de personal del BBV, persona muy ligada a Toledo y que jugó un papel fundamental en los difíciles momentos de acoplamiento de los equipos directivos al banco surgido de la fusión. En el Bilbao Vizcaya, Portela seguramente tuvo que utilizar sus conocimientos como psicólogo para superar las fuertes dificultades que la unión de los dos equipos presentaba. Ahora tiene responsabilidad directa sobre la red del Exterior en el continente americano, por lo que ya se encuentra en Nueva York.

Otro peso pesado, José Antonio Fernández Rivero, subdirector general del BBV, se ha incorporado como interventor general al Exterior. Entre las salidas hacia el Exterior hay que registrar también la de Braulio Campillo, también del antiguo equipo del Vizcaya, así como la de Vicente Cerezo, que ha pasado a ser el presidente del Banco de Alicante, del mismo grupo. Asimismo, ha contratado recientemente a Eduardo Boix como presidente ejecutivo de la aseguradora Hércules Hispano, en la que tendrá plenos poderes para diseñar un plan estratégico de futuro. Boix es un directivo más procedente del antiguo Vizcaya; había trabajado en Plus Ultra y más tarde pasó a Dapa, aseguradora controlada por el BBV.

También del antiguo Vizcaya salió José Ignacio Berroeta, hombre de plena confianza de Pedro Toledo y que ahora es el nuevo director general de la Bilbo Vizcaya Kutxa (BVK), la entidad resultante de fusionar las cajas de Bilbao y Vizcaína. Berroeta, un hombre clave en el aparato comercial del BBV en la zona norte, se ha llevado a Javier Astiz, su colaborador directo en los últimos tiempos y una de las personas que mejor conocen el negocio del BBV en esa zona de la Península.

José María Fernández Rico, director general de Bancaya Inmobiliaria, decidió cambiar de aires profesionales, y con un grupo de inversores se ha instalado por su cuenta en el negocio inmobiliario.

Nuevos derroteros

Luis Delso, anterior director general del Banco de Comercio, también tomó otros derroteros y aceptó la presidencia de Trasmediterránea. Formado en Citibank, Delso fue contratado por Pedro Toledo para relanzar el Banco de Comercio, al que se quería especializar en servicios bancarios y financieros para un tipo de clientela de poder adquisitivo medio y medio alto. Su experiencia como consejero delegado de Caja Postal le avalaba para el cargo. Dicen que Gúrpide y Delso ya tenían problemas de sintonización antes de que el primero fuera nombrado vicepresidente del BBV. El propio Delso confesaba unos días antes de dejar el Comercio que la actividad bancaria se había puesto muy aburrida.Otro caso distinto es el de José Luis Leal, que ha pasado a ocupar un puesto de la máxima relevancia en el sector como es la presidencia de la patronal bancaria AEB. Tras renunciar a este puesto José Ángel Sánchez Asiaín, anterior copresidente del BBV, Emilio Ybarra sugirió el nombre de Leal y fue aceptado de buen grado por los demás grandes bancos. José Luis Leal, que ocupaba un puesto de asesor de Pedro Toledo en el antiguo Banco de Vizcaya, intentará impulsar la presencia de la banca española en las instituciones comunitarias.

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