Gullit: "Me avergüenza nuestro juego"

Ruud Gullit aguanta como puede la cruz de su fama. Sigue sonriendo a pesar de los interrogatorios, un día sí y otro también, sobre su baja forma y afirma que siente "vergüenza" del juego de la selección holandesa. Soporta estóicamente los comentarios adversos sobre su estado físico por parte de un sinfin de periodistas. Curiosamente, acepta la realidad de su situación. Los de más, no. Siguen exigiendo maravillas a un hombre al que hace pocos meses habían condenado a una temprana jubilación.Ha tenido tiempo para reflexionar, incluso para escribir. A cambio de unos honorarios de tres millones de...

Ruud Gullit aguanta como puede la cruz de su fama. Sigue sonriendo a pesar de los interrogatorios, un día sí y otro también, sobre su baja forma y afirma que siente "vergüenza" del juego de la selección holandesa. Soporta estóicamente los comentarios adversos sobre su estado físico por parte de un sinfin de periodistas. Curiosamente, acepta la realidad de su situación. Los de más, no. Siguen exigiendo maravillas a un hombre al que hace pocos meses habían condenado a una temprana jubilación.Ha tenido tiempo para reflexionar, incluso para escribir. A cambio de unos honorarios de tres millones de pesetas al año realiza una columna diaria para el diario holandés Telegraaf. Según Jap de Groot, el periodista encargado de recoger sus impresiones, Gullit prepara a conciencia sus temas y escribe él mismo gran parte de los textos.

"Sigo sintiendo vergüenza de nuestro juego", confirma desde la piscina del hotel Kafara; "hemos aprendido muchas lecciones. Nosotros, los holandeses, somos una gente rara. En las grandes ocasiones siempre hacemos mal las cosas. Otras veces, todo ha salido bien al final y salimos por la puerta grande. Quizá tengamos la misma suerte esta vez, pero hay que trabajar también".

"Me considero afortunado por estar aquí jugando, pero eso no me basta. Es una enorme frustración, pero es la realidad. Necesito mejores resultados para sentirme satisfecho. Además, estoy, obligado a jugar dentro de mis limitaciones físicas. Esto significa que no puedo enfrentarme al entrenador [Leo Beenhakker] y pedirle jugar en la demarcación en la que yo quiero jugar. Ya le dije, antes de venir que, si no quería contar conmigo en mis condioicines actuales, lo aceptaría. Sólo hago lo que puedo. En fin, hace dos meses pensaba que no estaría aquí", continúa.

"Los problemas internos son para solucionarlos nosotros mismos y en privado. No son para ventilarlos a través de la Prensa. Tenemos que estar a tope esta noche porque es nuestra última oportunidad. Es una lástima que se juegue el Mundial al final de la temporada europea porque para los jugadores sería mejor tener tiempo para prepararlo. Creo que los grandes clubes tendrán muchos problemas después del campeonato. Los que han estado aquí estarán agotados física y psíquicamente. Tendrán menos energía. Si hubiese un intervalo entre la temporada de clubes y el Mundial, se vería mejor fútbol", reflexiona.

"Todo depende de este partido frente a Irlanda. Si pasáramos esta ronda, renaceríamos y con el consuelo de que sería muy difícil que continuáramos jugando tan mal. Ahí está el ejemplo de Italia, que empezó fatal en España 82 y quedó campeona".