Alexander Turmanov,
el vicepresidente de la federación soviética, ha invitado a Fredriksson, el árbitro del encuentro URSS-Argentina, a "visitar una clínica de Moscú, especializada en miopía, que ha alcanzado una gran reputación mundial". La ironía de Turmanov, que contrasta con la dureza de otros comentarios soviéticos, va dirigida a la mano clarísima de Maradona en su área, no señalada como penalti por Fredriksson pese a estar a tan sólo tres metros de la jugada....
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el vicepresidente de la federación soviética, ha invitado a Fredriksson, el árbitro del encuentro URSS-Argentina, a "visitar una clínica de Moscú, especializada en miopía, que ha alcanzado una gran reputación mundial". La ironía de Turmanov, que contrasta con la dureza de otros comentarios soviéticos, va dirigida a la mano clarísima de Maradona en su área, no señalada como penalti por Fredriksson pese a estar a tan sólo tres metros de la jugada.