ITALIA 90

Buscando pareja a Vialli

S. S. La desmesura italiana se advierte en su incapacidad para resolver un único problema: la pareja de Gianluca Vialli en la delantera del equipo nacional. Cualquier otro equipo viviría feliz con un solo problema por resolver. Pero en Italia esta cuestión es de orden nacional y afecta a todos los aficionados, desde los patricios, como Berlusconi, a los incontenibles taxistas. Todos opinan y nadie se pone de acuerdo, incluido el seleccionador Vicini.

La selección italiana dispone de Vialli y cinco delanteros magníficos, superiores a casi todos los que jugarán este Mundial. El cabeceador...

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S. S. La desmesura italiana se advierte en su incapacidad para resolver un único problema: la pareja de Gianluca Vialli en la delantera del equipo nacional. Cualquier otro equipo viviría feliz con un solo problema por resolver. Pero en Italia esta cuestión es de orden nacional y afecta a todos los aficionados, desde los patricios, como Berlusconi, a los incontenibles taxistas. Todos opinan y nadie se pone de acuerdo, incluido el seleccionador Vicini.

La selección italiana dispone de Vialli y cinco delanteros magníficos, superiores a casi todos los que jugarán este Mundial. El cabeceador Serena, el espectacular Baggio, el científico Mancini, el poderoso Carnevale y el vivaz Schillaci Figuran en la nómina de los jugadores excelentes. Sin embargo, llegan al Mundial como consortes de Vialli, el jugador más adorado.

Vialli es uno de esos delanteros linfáticos, un poco a la manera del francés Papin. Es rápido y potente y siempre tiene una disposición optimista y generosa en la cancha. Cuando está en buena forma puede batir a cualquiera, a pesar de que la exquisitez no figure entre sus excelencias. Ocurre que Vialli apenas ha jugado regularmente los dos últimos años, maltratado por una larga secuencia de lesiones. Y sus apariciones no han sido deslumbrantes, si se exceptúa su eficacia oportunista en la final de la Recopa que enfrentó al Sampdoria y al Anderlecht (2-0). Sus dos goles provocaron de nuevo el éxtasis.

Un hombre Intocable

Con Vialli como intocable, Vicini ha probado en los últimos partidos a toda la corte de consortes. Schillaci, un jugador de 26 anos que nació en uno de los barrios más miserables de Palermo y que hace apenas un año llegó al Juventus después de siete años en Segunda División, no jugó un buen partido frente a Grecia hace diez días. Mancini, un delantero exquisito que actúa con Vialli en el Sampdoría, gasta fama de impreciso.

Serena, por su parte, podría causar estragos en el juego aéreo, pero figura como última opción de Vicini. Y el último, Baggio, el ragazzo de Italia. Baggio ha generado los comentarios más superlativos en los dos últimos años. Dotado de una gran velocidad y un amplio equipaje de regates y fintas, Baggio ha cautivado a la afición y a los periodistas

Frente a Austria, parece que Carnevale, un delantero más tenaz que otra cosa, será el elegido. Curiosamente, nadie parece plantearse la posibilidad de una delantera sin Vialli, un jugador que, por otra parte, rompe de una forma acusada la armonía estilística italiana. Vialli va con todo. Y los italianos ganan cuando esconden algo.

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