Un presunto delincuente muere por los disparos de un policía

Un presunto atracador resultó muerto ayer en el andén de la estación de metro de Iglesia como consecuencia de los disparos que efectuó un policía que le perseguía desde un domicilio de la calle de Viriato, donde el fallecido acababa de apoderarse de unas joyas. En el tiroteo, originado, según fuentes policiales, cuando el presunto delincuente amenazó al agente con una pistola, resultó herida también Sagrario Herencio Álvarez, de 67 años, que sufrió una fractura de tibia cuando se arrojó al suelo de la estación de metro para evitar los disparos. Los hechos se iniciaron sobre las tres y media de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un presunto atracador resultó muerto ayer en el andén de la estación de metro de Iglesia como consecuencia de los disparos que efectuó un policía que le perseguía desde un domicilio de la calle de Viriato, donde el fallecido acababa de apoderarse de unas joyas. En el tiroteo, originado, según fuentes policiales, cuando el presunto delincuente amenazó al agente con una pistola, resultó herida también Sagrario Herencio Álvarez, de 67 años, que sufrió una fractura de tibia cuando se arrojó al suelo de la estación de metro para evitar los disparos. Los hechos se iniciaron sobre las tres y media de la tarde, cuando Consuelo Aguayo Gómez volvió con su hijo a su casa en la calle Viriato y se encontró de frente con un desconocido que les encañonó para que le dijeran donde tenían guardadas las joyas, según declaró la mujer a la policía. Pasa a la página 3

Los atracadores lograron un botín de joyas y 65.000 pesetas

Viene de la página 1Tras apoderarse de un lote de alhajas y de las 65.000 que había en la vivienda, el desconocido encerró a las víctimas en un cuarto. Una vecina escuchó ruidos y al ver que en el descansillo había un hombre con una pistola conversando con otra persona, llamó al 091.

Unos ciudadanos informaron que uno de los atracadores se había introducido en la boca del metro de Iglesia. Los agentes localizaron al sospechoso en uno de los andenes, momento en que éste se volvió y efectuó contra ellos un disparo con una pistola PK 38, del calibre 9 milímetros parabellum, presuntamente sustraída a un miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Uno de los policías realizó tres disparos que alcanzaron al agresor en la boca, el mentón y en el pecho.

Según el relato de Mari Carmen, una empleada de una tienda que se disponía a salir del vagón del metro los viajeros del convoy que paró en esta estación sobre las cuatro y cuarto de la tarde pudieron oír cómo un policía le gritaba a un hombre con una cazadora negra que tirara el arma o disparaba.

"Inmediatamente después de oír esto, todos los pasajeros nos tiramos al suelo y yo oí cuatro disparos y, poco después la voz del policía que le gritaba al maquinista que cerrara las puertas del tren y siguiera, y también nos gritó a los viajeros que llamaramos a la policía para decir lo que habíamos visto", comentó Mari Carmen que vió al policía y el presunto delincuente en el andén apuntándose con las pistolas frente a frente.

El presunto delincuente, de unos 30 años, no había sido identificado anoche. Llevaba consigo una bolsa con las joyas robadas, según la policía. El otro cómplice no había sido localizado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En