Tribuna:

Espera tranquila

El cierre seManal no ha significado cambio alguno para las bolsas, en las que se mantiene un nivel de contratación más que aceptable y los precios siguen ganando altura con la velocidad justa para una fase de consolidación. El que la contratación se limite a una decena de valores y que el índice refleje, sobre todo, la evolución de dos sectores -banca y construcción-, de los que uno ofrece más buena voluntad que consistencia, no parece preocupar a unos inversores que han decidido que lo peor de este año ya ha pasado. La tranquilidad se impone, pues, en los patios de operaciones, aunque venga i...

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El cierre seManal no ha significado cambio alguno para las bolsas, en las que se mantiene un nivel de contratación más que aceptable y los precios siguen ganando altura con la velocidad justa para una fase de consolidación. El que la contratación se limite a una decena de valores y que el índice refleje, sobre todo, la evolución de dos sectores -banca y construcción-, de los que uno ofrece más buena voluntad que consistencia, no parece preocupar a unos inversores que han decidido que lo peor de este año ya ha pasado. La tranquilidad se impone, pues, en los patios de operaciones, aunque venga impuesta por las circunstancias particulares de los grandes valores.Una vez superado el relativo temor a una nueva elevación de la rentabilidad de los activos públicos, sólo falta que el IPC de abril se amolde a las expectativas barajadas por los inversores -incremento del 0,2%- para que la bolsa disfrute de todo un mes de tranquilidad. La fluidez que ha tenido el negocio en estos días viene a confirmar la tranquilidad con que los inversores encaran el futuro más inmediato, aunque no se hayan olvidado en ningún momento de efectuar una fuerte selección en sus apuestas. Los valores más líquidos han sido los que han disfrutado en estos días de un mayor intercambio de acciones, siendo esta la única precaución que han sido capaces de adoptar los inversores.

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