Un joven apuñala a una amiga porque se pinchaba

Luis Barrios Velasco, de 33 años, pasó ayer a disposición judicial acusado de apuñalar, en el barrio madrileño de San Blas, a una amiga de 23 porque se pinchaba, según informó ayer la policía.La agresión tuvo lugar el pasado viernes, cuando el detenido se acercó a la joven, con la que mantenía cierta amistad, y le recriminó que se inyectase droga. En vista de que no le hizo caso, sacó una navaja, le apuñaló en la pierna y se dio a la fuga.

Unos transeúntes recogieron a la víctima en estado inconsciente, ya que perdió mucha sangre, y la trasladaron a la casa de socorro del distrito, dond...

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Luis Barrios Velasco, de 33 años, pasó ayer a disposición judicial acusado de apuñalar, en el barrio madrileño de San Blas, a una amiga de 23 porque se pinchaba, según informó ayer la policía.La agresión tuvo lugar el pasado viernes, cuando el detenido se acercó a la joven, con la que mantenía cierta amistad, y le recriminó que se inyectase droga. En vista de que no le hizo caso, sacó una navaja, le apuñaló en la pierna y se dio a la fuga.

Unos transeúntes recogieron a la víctima en estado inconsciente, ya que perdió mucha sangre, y la trasladaron a la casa de socorro del distrito, donde fue atendida de una puñalada en la extremidad izquierda.

La lesionada declaró mas tarde que había sido amenazada por Barrios debido a su negativa a mantener relaciones con él.

Síndrome de abstinencia

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Por otra parte, policías municipales evitaron anteayer que una mujer que se encontraba bajo los efectos del síndrome de abstinencia se arrojara a la calle desde el cuarto piso de la pensión en la que residía, situada frente al número 26 de la calle de la Cruz, en el distrito madrileño de Centro, informa Servimedia.

Los agentes comprobaron que una mujer, cuyo nombre responde a las iniciales M. M. R. C., de 33 años, intentaba arrojarse a la calle desde la terraza de su habitación, víctima del síndrome de abstinencia.

El casero franqueó el paso a los policías, que subieron a la habitación e intentaron convencer a la mujer para que depusiera su actitud. Al acercarse a ella, M. M. R. C. hizo un ademán de arrojarse al vacío, pero uno de los agentes consiguió cogerla de un brazo y que entrara en la habitación.

Posteriormente, la mujer fue asistida en la casa de socorro del distrito Centro, y desde allí fue trasladada al hospital Gregorio Marañón, donde quedó internada.

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