La finca El Avellanar impide el acuerdo entre Alcocer y Esther Koplowitz

Alberto Alcocer y Esther Koplowitz deberán comparecer hoy ante Elisa Veiga, titular del Juzgado de Familia número 23, para iniciar los trámites legales derivados de la demanda de separación conyugal presentada hace un mes por la vicepresidenta de Construcciones y Contratas contra su marido. La citación de la juez tiene por objeto definir las medidas provisionales correspondientes a la demanda, que no han podido establecerse de mutuo acuerdo ante las discrepancias que Alberto Alcocer y Esther Koplowitz mantienen sobre la utilización de la finca El Avellanar, que ambos poseen al 50%.

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Alberto Alcocer y Esther Koplowitz deberán comparecer hoy ante Elisa Veiga, titular del Juzgado de Familia número 23, para iniciar los trámites legales derivados de la demanda de separación conyugal presentada hace un mes por la vicepresidenta de Construcciones y Contratas contra su marido. La citación de la juez tiene por objeto definir las medidas provisionales correspondientes a la demanda, que no han podido establecerse de mutuo acuerdo ante las discrepancias que Alberto Alcocer y Esther Koplowitz mantienen sobre la utilización de la finca El Avellanar, que ambos poseen al 50%.

La demanda de Esther Koplowitz, elaborada por la letrada matrimonialista Concha Sierra, es gemela a la que presentó Alicia Koplowitz y, al igual que en ese caso solicita la aplicación de medidas provisionales, lo que, en definitiva, exige que los dos cónyuges se personen en el Juzgado para defender sus respectivas posiciones.En la demanda, Esther Koplowitz solicita la guarda y custodia de la única hija menor de edad de las tres que tiene el matrimonio. Además, la demandante pide la utilización de la vivienda familiar de Madrid.

Ambas cuestiones están ya resueltas en la práctica, ya que las tres hijas conviven con la madre en el piso que el matrimonio posee en el Paseo de la Habana, de Madrid. Alberto Alcocer acepta las pretensiones de su mujer en este sentido e incluso, aún cuando no lo pide la demanda, se muestra partidario (le pagar una pensión alimenticia de 300.000 pesetas mensuales.

Sin embargo, el verdadero conflicto entre los dos cónyuges estriba en el destino de la segunda residencia, tina finca de 5.000 hectáreas, denominada El Avellanar y propiedad de la empresa Finseursa, participada al 50% por los dos miembros del matrimonio. Esther Koplowitz pide la continuación de uso de la finca como medida cautelar, lo que implica que Alberto Alcocer no pueda utilizar esta segunda residencia. En este caso, será el juzgado el que resuelva el contencioso en el correspondiente auto de medidas provisionales.

Las dificultades

La imposibilidad de que Alcocer y Esther no hayan conseguido cerrar un acuerdo para evitar, al menos, su comparecencia ante el juzgado constituye un nuevo marco de referencia para comprender las dificultades de las negociaciones que mantienen los propietarios del grupo Construcciones y Contratas. Cabe recordar que en el planteamiento de estas negociaciones, al margen de la participación que Construcciones y Contratas posee en el Banco Zaragozano, los Albertos habían mostrado interés por garantizar bajo su control las respectivas fincas que poseen al 50% con sus mujeres.