El comunismo no ha fracasado

¿Puede decirse sin hipocresías que el comunismo ha fracasado en unas sociedades que han sido y siguen siendo capaces de dar de comer, de dar cobijo, educación... a cientos de millones de seres humanos que viven con dignidad? ¿A cambio de libertad? Pero, bueno, ¿es que puede afirmarsel sin sarcasmo que en nuestra sociedad, que rinde culto a la libertad, tienen verdadera libertad los millones de ciudadanos que no disponemos de una ínfima tribuna para expresar nuestras Ideas, o los millones de cludadarios de segunda que no tienen más que lo justo para vivir e ir tirando, o ni siquiera eso? ¿No es...

¿Puede decirse sin hipocresías que el comunismo ha fracasado en unas sociedades que han sido y siguen siendo capaces de dar de comer, de dar cobijo, educación... a cientos de millones de seres humanos que viven con dignidad? ¿A cambio de libertad? Pero, bueno, ¿es que puede afirmarsel sin sarcasmo que en nuestra sociedad, que rinde culto a la libertad, tienen verdadera libertad los millones de ciudadanos que no disponemos de una ínfima tribuna para expresar nuestras Ideas, o los millones de cludadarios de segunda que no tienen más que lo justo para vivir e ir tirando, o ni siquiera eso? ¿No es cierto que la libertad real empezaría sierripre por la independencia económica personal? Aquí, en esta nuestra paradisiaca sociedad capitalista, socialdemocrática, liberal... sólo disponen de libertad y posición unos cuantos miles de personas: los periodistas, las grandes fortunas y, hasta cierto punto, los políticos, aunque estén vigilados por los primeros y las segundas. Los demás no estamos en condiciones de percibir las excelencias de esta sociedad, opulenta en ideas y en dinero sólo para unos cuantos...El comunismo no ha fracasado. Está en una fase de revisión y transformación -ya conseguidos unos altos niveles de igualdad-, camino de las libertades formales que probablemente sí que lo hundirán definitivamente. Nosotros, desde esta nuestra pretenciosa sociedad modélica, más valdría que emprendiésemos el camino precisamente inverso, en lugar de hacer tantas alabanzas de un sistema social y económico que está necesitado también de tantas y tan profundas revisiones, siempre imposibles en nombre de una ficticia libertad.-