Parretti, condenado en Italia a tres años y diez meses por quiebra fraudulenta

Giancarlo Parretti, el polémico financiero italiano con distintos intereses y relaciones en el mundo de los negocios español, ha sido condenado por un tribunal de Nápoles a tres años y diez meses de reclusión por un delito de quiebra fraudulenta.Parretti, socio de Florio Florini en muchos de sus raids españoles, había llegado a bromear sobre el, a su juicio, estrecho margen que separa un buen negocio de una actuación punible. "Todo hombre de negocios que se precie en Italia, ha chocado con la justicia", ironizaba Parretti refiriéndose a las acusaciones realizadas contra él por su actuac...

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Giancarlo Parretti, el polémico financiero italiano con distintos intereses y relaciones en el mundo de los negocios español, ha sido condenado por un tribunal de Nápoles a tres años y diez meses de reclusión por un delito de quiebra fraudulenta.Parretti, socio de Florio Florini en muchos de sus raids españoles, había llegado a bromear sobre el, a su juicio, estrecho margen que separa un buen negocio de una actuación punible. "Todo hombre de negocios que se precie en Italia, ha chocado con la justicia", ironizaba Parretti refiriéndose a las acusaciones realizadas contra él por su actuación en el Siracusa, un club de fútbol de esta ciudad siciliana.

La condena dictada contra el empresario, accionista de control de Renta Inmobiliaria y Viajes Meliá, contempla además su inhabilitación para ejercer cargos públicos en aquel país.

La condena al financiero se centra en su actuación delictiva en la gestión del Diario de Nápoles y Caserta, que estuvo a la venta entre 1979 y 1981 y del que Parretti fue accionista y administrador. Giancarlo Parretti fue denunciado por el comité de redacción y por la Asociación de la Prensa, que acusaron a Italifin -una sociedad interpuesta creada a título personal por el empresario- de no cubrir las cuotas de capital de la sociedad.

La corte napolitana ha interpretado finalmente que Parretti "no actuó de buena fe" y llegó a falsificar las escrituras de la sociedad y los balances anuales".

No ha trascendido si el empresario se encuentra en Italia o en el extranjero, ni la posición en que se encuentra el empresario ante la condena.

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