La 'quinta' sólo ha perdido 8 de cada 100 partidos

SANTIAGO SEGUROLA Una rara conjunción de clase, juventud y deseo alentó el nacimiento de la quinta del Buitre, la generación de futbolistas más extraordinaria que ha conocido el fútbol español en las últimas décadas. Los resultados han confirmado los vaticinios sobre la calidad de este grupo. La quinta -Butragueño, Michel, Martín Vázquez y Sanchis- se aproxima a la edad cenital de los futbolistas con un balance impresionante de victorias. Desde hace cinco años, cuando comenzaron a alinearse en bloque como titulares, el Madrid sólo ha perdido 8 de cada 100 partidos de Liga, un porcentaje inusua...

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SANTIAGO SEGUROLA Una rara conjunción de clase, juventud y deseo alentó el nacimiento de la quinta del Buitre, la generación de futbolistas más extraordinaria que ha conocido el fútbol español en las últimas décadas. Los resultados han confirmado los vaticinios sobre la calidad de este grupo. La quinta -Butragueño, Michel, Martín Vázquez y Sanchis- se aproxima a la edad cenital de los futbolistas con un balance impresionante de victorias. Desde hace cinco años, cuando comenzaron a alinearse en bloque como titulares, el Madrid sólo ha perdido 8 de cada 100 partidos de Liga, un porcentaje inusual incluso para las grandes dinastías.

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Ramón Mendoza llegó en 1985 a la presidencia del Real Madrid con un pronóstico arriesgado. "Con esta generación de jugadores, más Hugo Sánchez y Gordillo, sólo nos faltará hacer un par de fichajes para coger vacaciones hasta el año 1990". Cumplido el plazo del presidente, el Madrid ha ganado cuatro títulos de Liga y se prepara para alcanzar una nueva victoria en esta competición. La relación de triunfos confirma la calidad del equipo y de la quinta, cuya función como espinazo ideológico de la plantilla es indicutible. Los datos indican además que estos cuatro futbolistas, que llegaron mayoritariamente a la Primera División en edad juvenil, apenas conocen el sabor de la derrota, una frustración cotidiana entre el común de los jugadores.El Madrid de la quinta sólo ha perdido 16 partidos en las cinco últimas temporadas. Fue precisamente en la 85-86, en la 12!Jorriada, cuando Sanchis, Michel, Martín Vázquez y Butragueño se alinearon juntos como titulares. Rondaban los 20 años y hasta entonces se anunciaban como jugadores complementarios entre sí, pero a veces parecían incompatibles. Michel y Martín Vázquez pugnaban por ganarse una plaza en el centro del campo, mientras Sanchis comenzaba a instalarse con regularidad en el equipo, sobre todo después de la lesión de Bonet. En la temporada 1985-1986, el retrato de este grupo como opción inmediata de poder se hizo más nítido, pese a las dificultades de Martín Vázquez para alcanzar el reconoccimiento de los entrenadores.

Butragueño considera que los factores que han contribuido a dotar a la quinta de esta imparable sed ganadora son muy diversos: "La cosecha era muy buena y además nos encontramos con la herencia histórica del equipo. Por otra parte, nuestra confirmación en el equipo coincidió con la llegada de grandes jugadores, como Gordillo y Hugo Sánchez. La verdad es que no estamos acostumbrados a perder. Las únicas desilusiones han venido por las derrotas en Europa".

Porcentaje espectacular

La relación de victorias y derrotas coloca a esta generación entre las grandes dinastías del deporte español. Con la quinta del Buitre, el Madrid ha ganado el 69,02% de su partidos y ha empatado el 22,28'1. Sólo en ocho de cada 100 partidos de Liga el equipo madridista ha salido derrotado. Los Lakers de Los Ángeles y los Celtics de Boston han hecho historia durante la década con un porcentaje de victorias levemente superior al 80%, y eso en un deporte que no admite el empate como resultado final.

Durante estos cinco años, el Madrid ha funcionado con la regularidad de un metrónomo. Su balance de derrotas es del 3,2% por temporada, una cifra mínima para un equipos dirigido por unos jugadores extraordinariamente jóvenes. Lejos de crecer con diticultades en un campeonato duro, la quinta ha implantdo su dominio desde su llegada a la titularidad. Butragueño cree que llegaron en el momento justo, después de una prolongada escasez de títulos. "Nos habíamos reunido en el Castilla. Creo que nunca me había divertido tanto jugando al fútbol como en aquella época. Subimos prácticamente en bloque y nos encontramos con las condiciones ideales para formar un buen equipo. Había gente veterana, con carácter, como Camacho, y el deseo general de volver a lograr títulos", confiesa el delantero del Real Madrid.

Llegaron con Pardeza, el único que no triunfó en el Madrid. Quizá Pardeza y Butragueño eran los dos jugadores menos compatibles en un quinteto que disponía de un defensa, un centrocampista por la derecha y otro por la izquierda. La fricción nacía de las características similares de Butragueño y Pardeza, dos jugadores livianos, instintivos y heterodoxos.

La notable contribución de la quinta a la marcha victoriosa del Madrid está ayudada por la solidez física que han demostrado hasta ahora. En un juego de alto riesgo, estos cuatro jugadores han sido refractarios a las lesiones, aspecto poco analizado hasta ahora en la explicación de los éxitos del equipo.

Si se toma la selección como ejemplo medio del perfil de la carrera de un buen futbolista, se observa que la mayor parte de los compañeros de la quinta -Chendo, Jiménez, Andrinúa, Roberto, Bakero o Pardezahan sufrido lesiones muy graves que les han mantenido alejados de la competición durante varios meses. Por el contrario, las cifras muestran la consistencia de la quinta: Butragueño ha jugado un promedio de 32,7 partidos en las últimas cuatro temporadas; Michel, 36,5, Sanchís, 32,5, y Martín Vázquez, 28,2.

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