Tribuna:

El momento más difícil

Los mercados de valores no encuentran argumentos en los que apoyarse, lo que deja el control en manos de los vendedores que, afortunadamente, todavía son escasos. La reacción que experimentó Wall Street en la víspera, remontando un recorte de 27 puntos, no ha servido para devolver la tranquilidad a los inversores españoles, que ven la situación cada vez más complicada. Así, la nueva baja de Tokio, ya al borde de los 30.000 yenes, ha tenido más impacto del esperado, aunque más que en la evolución de aquel mercado hay que buscar las causas en la situación del índice de esta bolsa, a punto de per...

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Los mercados de valores no encuentran argumentos en los que apoyarse, lo que deja el control en manos de los vendedores que, afortunadamente, todavía son escasos. La reacción que experimentó Wall Street en la víspera, remontando un recorte de 27 puntos, no ha servido para devolver la tranquilidad a los inversores españoles, que ven la situación cada vez más complicada. Así, la nueva baja de Tokio, ya al borde de los 30.000 yenes, ha tenido más impacto del esperado, aunque más que en la evolución de aquel mercado hay que buscar las causas en la situación del índice de esta bolsa, a punto de perforar el límite inferior de la zona de resistencia.Los apoyos que se están observando en algunos sectores no encuentran demasiados reflejos en el resto del mercado y, ni siquiera, dentro de cada grupo. En el sector eléctrico, con un negocio importante, se produjeron unas cuantas operaciones de Hidrola a la par, su nivel más bajo del ejercicio, y con una sola sociedad como vendedor. Frente a esta situación, se encuentra la reacción del sector bancario, cuyos intentos por salir del bache no sirven para cambiar la trayectoria del índice, demasiado influido por el mal comportamiento de las eléctricas y la incierta apertura de Wall Street.

Tras esta jornada, el índice madrileño pierde un 10,41 % desde el primero de enero y se sitúa en un nivel sumamente complicado, ante el desinterés que muestran los inversores, que no se animaron ni con la publicación de la OPA de Ferrovial sobre Cubiertas.

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