Cuerpos vulnerables

Los aficionados tienen a los deportistas como seres invulnerables, pero la realidad muestra que también sufren dolencias gravísimas, en algunos casos como consecuencia de la anormalidad que supone el traslado del cuerpo a niveles altísimos de exigencia o de la falta de una asistencia adecuada. O simplemente porque los deportistas también son mortales.La relación de tragedias en el deporte es larga. En ocasiones las deficiencias físicas son conocidas, aunque no por ello los deportistas abandonan su profesión. Santillana, en el Madrid, completó una extensa carrera con un solo riñón. Otros han ac...

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Los aficionados tienen a los deportistas como seres invulnerables, pero la realidad muestra que también sufren dolencias gravísimas, en algunos casos como consecuencia de la anormalidad que supone el traslado del cuerpo a niveles altísimos de exigencia o de la falta de una asistencia adecuada. O simplemente porque los deportistas también son mortales.La relación de tragedias en el deporte es larga. En ocasiones las deficiencias físicas son conocidas, aunque no por ello los deportistas abandonan su profesión. Santillana, en el Madrid, completó una extensa carrera con un solo riñón. Otros han accedido a la leyenda en delicadas condiciones, como Jackie Robinson, el primer beisbolista negro en la Liga norteamericana, que sufría diabetes, como Bill Talbert, un excelente tenista.

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Estas historias de éxito frente a la enfermedad están contrarrestadas por las muertes de deportistas en plena carrera profesional. Los futbolistas Berruezo, del Sevilla, y Sagarzazu, de la Real Sociedad y después del Coruña, murieron de un colapso. Mejor suerte corrió recientemente Manfredonia, del Roma, que logró superar un infarto.

Malformación

Flo Hyman, la mejor jugadora que ha dado el voleibol de EE UU, murió en una cancha japonesa, víctima de una malformación congénita de su corazón. Como Hank Gathers, dos baloncestistas de la universidad de Maryland, Tom Owens y Mel Patton, fallecieron de un ataque cardíaco en el plazo de tres semanas, en 1977. Otro astro de esta universidad, Len Bias, murió en 1986. Su corazón no resistió el consumo de crack. Días después, Don Rogers, jugador de fútbol americano de los Browns de Cleveland, fue víctima de la cocaína.

El cáncer acabó este año con Sal Aunese, quarterback de la universidad de Colorado. Un caso singular ha sido protagonizado por los Giants de Nueva York. Dos jugadores fallecieron durante la pasada década víctimas del cáncer, Kottar y Tuggle, y otros dos, Karl Nelson y Dan Lloyd, también han sido afectados por gravísimas enfermedades tumorales. El estadio de los Giants y los alrededores fueron sometidos a una investigación.

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