Tribuna:

Cuestiones ajenas

Los mercados de valores españoles continúan actuando de simples observadores en la actual coyuntura bursátil debido, sobre todo, a que los aparentes movimientos de dinero que se están. dando entre los grandes mercados se han olvidado de pasar por estas latitudes. El único reflejo de la relativa tranquilidad que se respira en casa de los grandes es una ausencia de nervios que ha permitido pequeñas recuperaciones, sin que pueda deducirse de esa situación que se estén tomando posiciones o que el dinero vuelva al mercado.La mañana discurrió bastante tranquila gracias a la reacción positiva de Toki...

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Los mercados de valores españoles continúan actuando de simples observadores en la actual coyuntura bursátil debido, sobre todo, a que los aparentes movimientos de dinero que se están. dando entre los grandes mercados se han olvidado de pasar por estas latitudes. El único reflejo de la relativa tranquilidad que se respira en casa de los grandes es una ausencia de nervios que ha permitido pequeñas recuperaciones, sin que pueda deducirse de esa situación que se estén tomando posiciones o que el dinero vuelva al mercado.La mañana discurrió bastante tranquila gracias a la reacción positiva de Tokio, lo que no pudo impedir que los nervios acumulados hicieran de las suyas. El pequeño mercado de renta fija sufrió un plante de los operadores cuando se les obligó a cumplir unas normas olvidadas hasta ayer por consenso universal. El responsable del área de mercado de la Bolsa de Madrid impuso el retorno al sistema oficial y, a falta de algo mejor que hacer, los operadores mostraron su disconformidad renunciando a introducir las órdenes en un sistema similar al de la caja de la banca. Las razones de esta decisión están, según los operadores, en la ausencia de liquidez que ofrece este sistema a un mercado ya de por sí inactivo.

La positiva apertura de Nueva York no cambió demasiado las cosas por la tarde, ya que hasta ahora es el papel el que reacciona, a favor o en contra, según los movimientos de los mercados importantes, mientras que el dinero se resiste a participar en un juego que todavía no está lo suficientemente claro.

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