La plantilla del Gregorio Marañón considera que la falta de personal provoca el aumento de errores

La asamblea de trabajadores del hospital Gregorio Marañón decidió ayer convocar cuatro jornadas de huelga para los días 14, 15, 20 y 21 de marzo, paros parciales desde hoy como presión para pedir la retirada de los expedientes abiertos a seis trabajadores y el aumento de la plantilla. Pero la sanidad madrileña tiene abiertos otros frentes de lucha. Representantes de la sanidad privada reclaman, mediante manifestaciones, su equiparación salarial con la sanidad pública. Mientras, los anestesistas del Doce de Octubre han desconvocado su huelga al conseguir el pedido aumento de la plantilla.
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La asamblea de trabajadores del hospital Gregorio Marañón decidió ayer convocar cuatro jornadas de huelga para los días 14, 15, 20 y 21 de marzo, paros parciales desde hoy como presión para pedir la retirada de los expedientes abiertos a seis trabajadores y el aumento de la plantilla. Pero la sanidad madrileña tiene abiertos otros frentes de lucha. Representantes de la sanidad privada reclaman, mediante manifestaciones, su equiparación salarial con la sanidad pública. Mientras, los anestesistas del Doce de Octubre han desconvocado su huelga al conseguir el pedido aumento de la plantilla.

"Todos nos vamos a casa con la idea de no haber cumplido. Si quieren, nos pueden expedientar y cortar la cabeza a todos". Así se explicaba ayer un portavoz de la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ante la asamblea de trabajadores del hospital Gregorio Marañón, que aprobó un calendario de movilizaciones que culminarán en marzo con cuatro jornadas de huelga. Los trabajadores están decididos a presionar a la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid, de la que depende el centro sanitario, con el fin de que retire los seis expedientes abiertos a otros tantos trabajadores que estuvieron de servicio el 22 de enero. Aquella noche murieron dos personas, presuntamente por falta de asistencia en el colapso que sufrió el servicio de urgencias.Mientras se prepara la primera jornada de huelga, prevista para el día 14 de marzo, la asamblea aprobó otras acciones de presión. Desde hoy se producirán paros parciales a la una de la tarde, que continuarán con concentraciones frente a la consejería, y "se realizará sólo el trabajo que puede asumir una persona, no el de dos, tal y como se viene haciendo en la actualidad", explicó Pilar Cesteros, portavoz del comité de empresa. Además, acordaron pedir la renuncia de los jefes intermedios, subdirectores y supervisores, así como "buscar la solidaridad de los demás centros médicos".

Un punto irrenunciable, según decidieron, es conseguir el incremento de la plantilla. Sin ello, "cualquier día puede repetirse una situación como la que ha dado lugar a los expedientes", comentó desde la tribuna otro trabajador.

Según el doctor Gómez, que habló en nombre de: la CSIF, "se cometen hasta 1.000 errores diarios por la forma dictatorial de gobernar el hospital. Aquí lo que prima es la elección digital, y desde hace un año se nos ha hurtado el derecho a participar en la gestión", dijo. "Nunca hemos tenido tantos motivos para ir a la huelga", afirmó un médico.

Cuatro de los seis trabajadores expedientados (entre ellos el responsable del servicio durante la noche negra, el doctor Antonio Barba) declararon ayer ante la juez que instruye los expedientes. Barba, seriamente disgustado, manifestó: "Durante una hora he tenido que contestar a las mismas preguntas que ya me han hecho en ocho ocasiones". Según un portavoz de la CSIF, "los expedientes son disciplinarios, y no informativos, como dice el consejero Sabando".

Los afectados afirman que aún no conocen los cargos.

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Concentración

Mientras, sobre las once de la mañana, unos 300 trabajadores de la sanidad privada se concentraron a las puertas de la clínica ICE, propiedad del portavoz de la patronal, Felipe Ruiz Duerto, para reclamar la reanudación de las negociaciones del convenio colectivo. Los concentrados, que portaban banderas rojas de UGT y de CC OO, fueron saludados por algunos empleados de la clínica que se asomaron a las ventanas o se subieron al tejado y ondearon sábanas y toallas.

Los trabajadores, que se volvieron a manifestar por la tarde ante la clínica Ruber, soficitan la equiparación salarial, en tres años, con la sanidad pública. Según Juan Boluda, portavoz de UGT, un auxiliar gana 63.000 pesetas en un centro privado, y 90.000 pesetas en uno público; un enfermero del sector privado cobra 75.000 pesetas, por 140.000 el del público, y un médico de guardia, 8 1.000 pesetas en el primero y 225.000 en el segundo.

Por su parte, los anestesistas de la unidad materno-infantil del hospital Doce de Octubre han desconvocado la huelga que habían emprendido la semana pasada tras acordar con la dirección del centro la ampliación de la plantilla de 18 a 21 anestesistas. Según el doctor Rivera, gerente del hospital, la ampliación se realizará provisionalmente con médicos residentes ante la falta de oferta de anestesistas.

Reivindicaciones

Trabajadores del Gregorio Marañón:

- Aumento de la plantilla. - Retirada de los expedientes.

- Dimisión de los cargos intermedios.

- Dimisión del gerente.- - Trabajadores de la sanidad privada:

- Equiparación salarial con la sanidad pública.

- Formación y promoción.

- Acción social.

- Creación del comité de salud laboral.

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